Capitulo 12: Un paso antes de la libertad.

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Me encontraba arrodillada en el suelo, inmóvil mientras planeaba lo que iba a hacer a continuación.

De mis ojos salieron tantas lágrimas que ya no podía seguir llorando, me era imposible. Sentía el ardor en mis retinas y también el líquido seco sobre mis párpados.

Podía escuchar el sonido de la lluvia fuera de casa y las gotas que entraban por las grietas del tejado, eran los únicos sonido que podía escuchar acompañado mi respiración.

Delante estaba papá, bueno, se encontraba su cadáver tendido sobre la silla de madera que construimos juntos, la que tuvimos que tallar a partir del tronco de árbol caído, eran unos bonitos recuerdos.

Papá predijo cuando su cuerpo iba dejar de funcionar, me entregó su anillo unos minutos antes de morir, y tuve que presenciarlo, tuve que ver como la luz abandonaba los ojos de mi padre.

'¿Ahora que?...-Pense por un instante, sin embargo corte esa cadena de pensamientos antes de siquiera comenzar a meditar- ¿para que me intento engañar? Se de sobra a donde tengo que ir.'

Ya no podía hacer nada por papá, nadie más sabía que estaba muerto y por esa razón no debía perder el tiempo, si ellos me capturaban no me quedaba de otra que volverme su esclava para el resto de mi vida.

Me levante del suelo mientras colocaba el anillo de papá en mi dedo índice, fue raro sentir como me quedaba a la perfección, el dedo de mi padre era mucho más grueso que el mío, sin embargo, no le di especial importancia.

Camine hacia la puerta y la abrí sin mucho entusiasmo, no tarde en ver la torrencial lluvia azotando la calle del pueblo.

"Papá.. lo siento mucho, no soy tan fuerte como creías, no quiero vivir como una prisionera ignorante de todo el sufrimiento que experimenté. Quiero que sepas que no es tu culpa que hoy muera, la culpa es solo de ellos... y también de esa mujer.. lo siento mucho.... te amo."

Esas fueron mis últimas palabras para el cadáver de mi padre, justo antes de cerrar la puerta y comenzar a caminar hacia la playa.

La lluvia humedeció mi ropa tan solo al moverme un par de metros bajo ella, el viento hacia muy difícil que abriera los ojos para mirar el camino, pero conocía el sendero hasta la costa así que no necesitaba verlo a detalle.

Caminaba lento, mis pies parecían estar encadenados, era muy difícil avanzar y todo por culpa del suelo cubierto de lodo mojado.

"¡¡¿Atena, que estas haciendo bajo la lluvia?!!"

De repente escuché un grito, y sin darle importancia continué avanzando hacia la playa.

"¡¡¿Atena, que está ocurriendo, porque estas fuera de casa... y el señor Andrew?!!"

Escuchar el nombre de mi padre me hizo girar en dirección a quien me hablaba, se trataba de Griel, Tristal, Gramo y Bruno, cuatro de los muchos que me habían estado acosando para que fuera a la cama con ellos.

Se encontraban bajo la lluvia, al igual que yo, se trataba del equipo que le tocaba hacer guardia en la tormenta para velar que ninguna pertenecía del pueblo salga volando y se pierda por culpa del viento.

'¡Eso es malo!'

No podía detenerme, si descubrían que papá estaba muerto todo se acababa, me detendrían.

"¡¡Ehhh, espera, no vallas por ahí!!"

Ellos vieron extrañados como decidí correr hacia la playa sin darles respuesta, aun me encontraba algo lejos del mar y la tormenta parecía hacerse más fuerte con cada segundo que pasaba.

"¡¡Jamás permitiré que me humillen, jamás permitiré que me violen, jamás jamás jamas!!"

Mis gritos no llegaron muy lejos, solo yo pude escucharlos, los vientos huracanados lo impidieron.

Overlord: El Último JugadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora