Capítulo 15: La muerte te persigue.

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Qué patético.

Él me noqueó de un solo golpe, era de esperar, pero sigue siendo patético.

Papa me mataría si escuchara de esto.. es una pena que este muerto.

Ese malnacido me rasgo la ropa, mi piel quedó al descubierto... qué patético.

¿Qué hago? Pensé con desespero mientras veo al asqueroso bajarse la cremallera del pantalón.

Mire a un lado, y vi a los hijos de puta riendo, mire al otro lado y fue más de lo mismo.

Me encontraba inmóvil.. Indefensa.

¡Qué patética soy!

Mis ojos se aguaron, pude sentirlo, iba a llorar, quería llorar. Pero...

Papá se decepcionará si me ve llorar.

Jamás, aunque me humillen, aun si me quiebran, no importa si me matan o torturan...

¡Yo no pienso llorar!

Mientras veía la peluda mano de aquel estúpido sobre mi pecho, pude sentir como mis manos eran liberadas, no entendí la razón de por qué y tampoco me importó demasiado.

Sin embargo, aun con mis manos libres no era nada para todos ellos, solo rasguños le causaba sobre la piel y no parecía importarles.

Ya podía sentir su mano deslizándose por mi entrepierna, y no tenía forma de hacer nada para impedirlo.

Solo me quedaba ser fuerte, resistir... lo tenía que hacer.

Sin una razón lógica, como si buscará consuelo, intente mirar a lo último que me quedaba de mi padre, su anillo.

Levante mi mano derecha sobre mi cuerpo, sobrepasando la cabeza de los animales que tenía sobre mí y lo miré en súplica.

"Ya no puedo contar con él" Pensé con reparo mientras observaba el anillo.

Ya había perdido la esperanza, incluso mis ganas de resistirme se marcharon, tan solo quedé inmóvil, mirando el anillo de mi padre mientras esperaba a que todo acabase.

Fue en ese momento cuando pude sentir la mano del animal empujando mi ropa hacia abajo, despojando mi cuerpo de ella... que parpadeé con repugnancia.

-¿Eh?-

Fue solo un parpadeo, y no vi lo que ocurrió, sin aviso alguno todos los que me rodeaban, desaparecieron.

-¿Qué?-

Solo estaba yo, sobre la mesa, con mi ropa hecha un desastre, pero sin nadie a mi alrededor intentando violarme.

-Señorita, necesito hacerte una pregunta muy seria. ¿Dónde consiguió ese anillo?-

Fue la sutil y calmada voz de un chico lo que me sacó de mi letargo. Él se encontraba frente a mí, esperando una respuesta a una pregunta a la cual ni siquiera preste atención.

No entendía lo que estaba ocurriendo, era tan surrealista que no podía creer lo

¿Me encontraba a salvo?

De manera instintiva usé mi mano para taparme los pechos mientras tomaba un esfuerzo para sentarme sobre la mesa del bar.

Fue así como encare al chico que me hablaba, y lo vi por primera vez en mi vida.

Él era algo inhumanamente hermoso, traía puesto el uniforme de los marineros, aunque no era exactamente igual, yo dedique mucho tiempo a mirarlos, podía notar pequeñas diferencias en sus vestimentas; ellos usaban un color más opaco de verde, mientras que el de este chico es azul oscuro, además, la diferencia de calidad era evidente, como si el uniforme del chico hubiese sido bordado por el mismo dios de los sastres.

Overlord: El Último JugadorWhere stories live. Discover now