Minecraft.

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— ¡yah!, ¡Hyunjin! - exclamó el menor, Hwang no dejaba de matarlo una y otra vez con la espada de diamantes encantada que acababa de encontrar, era injusto.

ambos estaban jugando a través de una llamada en discord, con un servidor que Hyunjin había creado solo para ambos de nombre. "nidito de amor", los dos se moririan de vergüenza si alguno de sus amigos llegará a saber de el, pero era tan íntimo que estaban seguros de que permanecía en secreto.

¡bien! - el rubio ahogó una risa, devolviéndole todas las cosas que el menor había perdido durante las múltiples muertes.

— he perdido toda mi experiencia, tonto. - exclamó molesto, entrando a su pequeña casita que con mucho esfuerzo había construido.

a diferencia de la del mayor, era una gigantesca cabaña de madera, con cultivos y ventanales coloridos.

vamos, bebé, no te enojes, vivamos juntos, ven. - llamó Hwang, siguiéndole por detrás al bonito skin de Jeongin.

 - llamó Hwang, siguiéndole por detrás al bonito skin de Jeongin

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— no quiero vivir en tu fea casa llena de creativo. - bufó el menor, molesto.

¡no la hice con creativo!, tu mismo me viste talando árboles. - se burlo el mayor, saltando al rededor de Jeongin con su skin.

Jeongin nunca admitiría que la casa de Hyunjin era más bonita que la suya, claro que no

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Jeongin nunca admitiría que la casa de Hyunjin era más bonita que la suya, claro que no.

mira, amor, ya se hizo de noche, ven a dormir en mi casa, no tienes cama. - murmuro el mayor.

— ¿cómo que no tengo ca-

y sí, su cama desaparecio de la nada, probablemente siendo guardada en el inventario del rubio.

— ¡no tengo más lana, dame mi cama! - exclamó empezando a golpear al mayor con un palo de madera, que en realidad, no afectaba en nada a la fuerte armadura de diamantes que Hyunjin portaba.

cómo se arrepentía haberse quedado decorando su casa en vez de ir a minar.

ven conmigo, yo tengo camas de sobras. - habló, lanzando una flor blanca al suelo. — flor de disculpas.

Jeongin no pudo evitar sonrojarse.

— ya.. - ambos empezaron a caminar hasta la casa de en frente, siendo agarrados en una emboscada de mounstros nocturnos. — joder, ¿le pusiste el modo normal?

de hecho le puse el difícil. - murmuro levemente arrepentido, empezando a matar con furor a todos los mountros, ganando fácilmente gracias a su espalda encantada con fuego. — ¿tienes armas, amor? - exclamó suavecito.

— nop. - puchereo, ahora defendiendose con la flor que Hyunjin le acababa de regalar. — me muero, me muero. - chilló Yang, sin embargo el rubio llegó a su rescate, matando al último zombie que osaba atacar a su niño.

estuvo cerca. - murmuro Hyunjin, entrando a su "humilde" hogar, lleno de bonitas decoraciones y animales.

— ¿le has puesto a tu zorro, Jeongin? - preguntó Yang, viendo los nombres de todas las mascotas de la casa.

me recordaba a ti. - se encogió de hombros, llegando hasta la cama de color blanco, rodeada de macetas con rosas.

— ¿las rosas son por alguna ocasión especial?

compartir la cama en minecraft es lo suficientemente especial. - alegó con entusiasmo, pulsando el click derecho sobre la cama, al igual que Jeongin.

durmiendo finalmente juntos.

(   🎮   )

— ¡lix-hyung! - un pequeño de seis años se adentró a la habitación ajena, a penas teniendo el conocimiento de por dónde iba, ya que el pobre niño, se había quedado atascado en una caja de cereal, impidiendo así su visión.

— ¿que te pasó kevin? - el primero en reacción fue Changbin, acercándose rápidamente al infante.

— quería ver si la caja de cereales era tan chiquita cómo yo.. - murmuro apenado, entre lágrimas, estaba frustrado, entraba en desesperación, quería salir de ahí.

— tranquilo, yo voy a sacarte. - Changbin dirigió su vista a su pareja, Felix seguía pegado en un mini juego de minecraft, ni siquiera estaba al tanto de la situación. bufó un poco exasperado. — respira con calma Kevin. - volvió a hablar, rompiendo la caja vacía con sus fuertes brazos, liberado al fin, al pequeño bebé, quién en fuerte llanto y desesperación luego de ser liberado, no vió mejor cosa que abrazar a su cuñado aferrándose a el.

— ¡gracias Binnie-hyung! - exclamó el pequeño, secándose las lágrimas con las mangas.

— no a pasado nada, ¿te sientes mejor?, ¿ya comiste? - pregunto, sentando al menor en su regazo.

— Felix hyung debía darme el almuerzo cuándo llegará de la escuela.. pero ya es de noche, creo que ya pasaron varias horas desde que llegué de la escuela.. - explicó bajito.

Changbin vió mal a su pareja, no era posible que ignorara de esa forma a su propio hermano, todo por estar pegado a los estupidos videojuegos, era su única responsabilidad, su madre estaba fuera todo el día, lo único que le pedían era cuidar de Kevin, tampoco es que el infante fuera lo peor del mundo, era de hecho, el chico más obediente y ordenado que Seo conocía.

— vamos a calentar tu comida, ¿sí? - Changbin alzó en sus brazos al menor, yendo directo a la cocina.

Seo ya nisiquiera sabía porqué se molestaba en maldecir a Felix en su cabeza, ya iba un año desde que empezaron con la misma rutina, siendo el quién terminaba haciéndose cargo del hermano pequeño de su novio, sabía que sí el no lo hacía, probablemente el pobre infante terminaría desnutrido en algún rincón de la casa.

a veces deseaba que Felix fuera sólo un poco más considerado con el y su familia, para la señora Lee no era nada fácil, siendo una mujer extranjera intentando conseguir trabajo en Corea, viuda con dos hijos, lo tenía muy complicado y Felix siendo el hijo mayor y hombre de la familia, la ayuda que propinaba era la equivalencia a un pepino, o sea; a nada.

y Changbin empezaba a cansarse, es decir, amaba a Felix, llevaban dos hermosos años de relación, Seo siempre supo que su menor era un adicto a los videojuegos, pero pensó con ingenuidad que podría lidear con ello. sin embargo luego de verlo en todas sus facetas, a veces pensaba que Lix en serio necesitaba algún tipo de ayuda psicológica.

Romper todas las decoraciónes de su habitación al perder un juego, no era normal..

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