Así empezó

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Octubre 197?...

Malik Row estaba sentado comiendo su desayuno en la mesa de la cocina en casa de su tía. Debía apresurarse si quería llegar al trabajo, lo que era una putada porque el viento otoñal no era su mejor amigo. Cuando sufrías de asma y alergias de todo tipo, el viento helado resultaba bastante problemático. Aunque lo eran también la primavera porque el polen de la flores era más abundante y luego estaba el verano que resultaba seco y caluroso, su asma no reaccionaba bien a ello. Y que decir del invierno. En fin. Cada estación tenía sus contras, de eso no quedaba duda.

Mordió la tostada cargada de mermelada reprimiendo un suspiro de puro gusto. Si había algo que le gustará por sobre todo, eran las cosas dulces. Cualquier postre, cualquier bebida que fuera dulce, era bienvenida. Le gustaba tanto lo dulce que siempre debía llevar caramelos o piruletas en sus bolsillos. ¡oye al menos el otoño y el invierno tenían algo de agradable! Los abrigos tenían bolsillos amplios y eso solo significaban una cosa: podía guardar más caramelos. Ja, no estaba tan mal después de todo.

—Estás llegando tarde— dijo su tía. Era bastante joven a decir verdad. Recién había cumplido los treinta. Su trato siempre era amable y dulce, lo que encajaba con su profesión como maestra de parvulario.

—Lo sé— sonrió apenado. La tía Patricia o Paty como él la llamaba era muy buena con él. Prueba de ello es que le dejara vivir con ella y se empeñara en prepararle el desayuno a diario, así como asegurarse de que siempre tuviera lo necesario para abrigarse. —Me costó un poco dormir anoche y hoy no escuché la alarma del despertador.

—¿Insomnio de nuevo?

—Sí…

El insomnio era algo bastante frecuente para él a decir verdad. Lo que no favorecía demasiado a su piel pálida y lo fácil que generaba ojeras. Eso combinado con su cabello rubio un poco demasiado claro, lo hacía parece bastante fantasmal. De hecho ese fue su apodo duda te la secundaria y la preparatoria, "el fantasma Row".

Ahora bien, el insomnio se debía al estrés y quizá un poco a que aún estaba en periodo de duelo. Durante años habían sido solo él y su madre, viviendo en un pequeño pueblo de Iowa. Hasta dónde sabía su padre fue incluso más fantasma qué éll, solo dejando embarazada a su madre y luego huyendo lejos ante la responsabilidad de cuidar una familia. Eso en realidad no le importaba. No podías extrañar algo que nunca habías tenido. Por lo tanto no tener un padre no fue un gran problema para él, al contrario eso se vio compensado con una madre excepcional que siempre buscó lo mejor para su bienestarl.

Malik creyó que la tendría para siempre y no le importaba que a sus veintiun años aún sonara como un hijo de mami. Pero era la verdad, hubiera deseado que ella estuviera ahí siempre, recordándole cuál era el camino a seguir. Siendo está presencia tan sólida y encantadora. Eso no sucedió. La vida tenía otros planes y eso lo supo el año anterior cuando le llamaron mientras estaba en el trabajo para decirle que su madre había muerto a causa de un aneurisma.

Así de la nada, Malik Row se había quedado solo en el mundo. O la menos se sentía de esa manera porque su madre era su mejor amiga, la persona más cercana a él, a quien más amaba. Organizar un funeral no era sencillo, sobre todo porque tuvo que llamar a la escasa familia que su madre tenía. Asistieron por simple compromiso y fue la tía Paty la única que se preocupó verdaderamente por él, proponiéndole que fuera a vivir con ella a Colorado.  La joven mujer sabía que Malik tenía serios problemas con el asma y por eso la idea de dejarlo por su cuenta le sentaba mal.

Malik tampoco quería estar solo y esa fue la razón por la que terminó viviendo con su tía. Sin embargo la muerte de su madre seguía pensando y había noches en que la extrañaba tanto que no podía obligarse a dormir porque su mente estaba llena de recuerdos y su corazón sangraba de anhelo por qué nada fuera real y que su madre aún estuviera con vida.

¿Dulce, truco...o Jack?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora