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Octubre de 201?...

Por fin, maldita sea, por fin octubre había llegado. Ya podía sentir como la energía se expandía por todo su ser. Extendió las manos por sobre su cabeza estirando su espalda al tiempo que soltaba un suspiro de puro gusto. Después de todo esta era la época que esperaba todo el año. Era solo un mes, pero para el significaba que podía volver a poner los pies sobre el plano existencial humano con toda la libertad.

Malik no era del todo un fantasma. Cuando octubre llegaba podía volverse corpóreo y transitar sobre las calles y visitar lugares como un ser humano más. Sin embargo el resto del año solo podía aparecer en la tierra si tenía un motivo de peso o por cortas temporadas que requerían un gran uso de energía. A diferencia de los otros representantes de las festividades, Malik no contaba con tantos privilegios. Eso se debía a qué su festividad era limitada. Halloween sucedía solo una vez al año y todo dependía del estado de ánimo de los humanos. Había años en los que el sentimiento festivo bajaba y eso afectaba directamente a Malik y la festividad a la que representaba.

A diferencia de San Valentín que tenía su auge en febrero, pero que estaba vigente todo el año... porque el amor era algo inagotable. O a diferencia de Navidad que podía ser solo una vez al año, pero las personas la esperaban con ansias, Halloween era menos "popular" por decirlo de alguna manera.

Alguna vez Malik había bromeado con que de cierto modo él y los representantes de otras festividades menores eran como Tinkerbell y las hadas de Nunca Jamás, si no creían en ellos los suficiente, les era más difícil tener libertad de acción sobre el plano existencial humano.

Tampoco es que se estuviera quejando. En lo absoluto. Disfrutaba su trabajo aún si tenía solo un mes (y algunos días más) para llevarlo acabo.

En esta ocasión había decidido como destino una pequeña ciudad en el estado de Dakota del Norte. El lugar no era exageradamente grande, pero si pintoresco. Era una de esas ciudades en dónde los vecinos no eran tan distantes unos de otros. Además de que solían tomarse el Halloween en serio. Vamos que apenas era uno de octubre y ya todas las fachadas de los negocios en el centro estaban decoradas con guirnaldas naranjas, moradas, verdes y negras.

Algunos más aventureros habían puesto esqueletos falsos, linternas en forma de calabazas, tela de arañas, mounstros que pretendían resultar espeluznantes pero que en realidad eran graciosos. Incluso vio a una chica repartiendo volantes frente a una cafetería, iba vestida como una bruja, el sombrero negro en punta la delataba. Era maravilloso.

Malik se movilizó por las calles con paso tranquilo, una piruleta de cereza en su boca. Sus manos guardadas en la chaqueta de su sudadera gris con una enorme calabaza sonriente en la espalda. No es que fuera necesario vestir todo el tiempo con diseños alusivos a su festividad. Pero era divertido y se volvía un reto personal encontrar diseños bonitos para vestir. 

Cruzó en la esquina de la calle principal, tomando una calle más estrecha que estaba llena de tiendas de ropa, zapaterías y algunos artículos más. Soltó un pequeño grito emocionado cuando se topó con una tienda de disfraces y vio ese maniquí usando un abrigo delgado en vino. Iba a comprarlo, definitivamente. Haría que Jack se lo pusiera y después tomaría muchas fotografías para tener un recuerdo y por qué no decirlo, para tener medios para chantajes. Después de todo aún no lo había perdonado por la manera que eligió para decirle lo que pasaría con su vida. Sí, después de décadas seguía pensando que el mayor no tenía mucho tacto.

Aunque por otro lado, aquel abrigo era muy del estilo de Jack y seguro le luciría bien. Aún así, quería un poco de venganza.

Luego de haber despertado y enterarse de que sería el próximo representante de Halloween, Jack se tomó el tiempo para explicarle lo que eso significaba. En realidad lo hizo solo porque Malik estaba jodidamente alterado y no dejaba de llorar, en especial cuando se enteró de que estaba muerto.

¿Dulce, truco...o Jack?Where stories live. Discover now