¿Dulce, truco...o Jack?

Extra: ¿Acaso estás celoso, Jack?

Estaban a mediados de  junio e incluso en Villa Halloween hacia un poco de calor por eso habían opetado por hacer un picnic a en el campo en dónde se cosechaban las calabazas para octubre. Aún estaban floreciendo por lo que pudieron disponer de algunas mantas y sentarse bajo un frondoso árbol. 

Al principio solo serían él y Jack, entonces algunos O'llys habían querido unirse y luego algunos de sus amigos festivos aparecieron. Nick en compañía de Norién y Eros con Matt. Al final el ambiente se había vuelto muy animado.

—Creo que quiero quedarme a vivir aquí. Apuesto a que Malik no me haría trabajar tanto— comentó Nick. Estaba acostado sobre una manta, con su cabeza recostada en el regazo de Norién, quien rodó sus preciosos ojos violetas.

—Tampoco te dejaría salirte con la tuya todo el tiempo ¿Verdad?

—Soy muy encantador, apuesto a que lograría que me deje hacer lo que quiero.

Jack soltó un bufido, estirando una mano en busca de otro de los sandwiches que Matt había preparado. El dulce escritor era muy bueno preparándolos.

—No hay problema con que te mudes a vivir aquí, Christmas— Jack le lanzó una sonrisa burlona— solo deberías morir antes de hacerlo.

Eso era verdad. Todos aquellos que vivían en villa Halloween habían muerto previamente, a diferencia de los seres que habitaban las demás villas festivas. Seguramente tenía que ver con las raíces de Halloween, que antes de ser una celebración apta para todo público tenía orígenes bastante oscuros. Después de haber escuchado la historia de como Jack llegó a ser el encargado de la celebración, Malik había investigado cuánto pudo. Por eso sabía que Halloween no siempre fue bonito.

—Por favor, te lo imploro, acaba con él— se burló Eros dándole una mala mirada a Nick— me tiene harto. Es un verdadero dolor en el trasero.

—Lamentablemente no el dolor que te gustaría ¿Cierto?— Nick no tardó en devolver el golpe haciéndolos reír a todos.

—¡Matty, el odioso de Nick me está molestando otra vez! Dile algo.

—Ya, ya. Todo bien— Matt que estaba recostado contra el tronco del árbol no dudó en atraer a su marido y hacer que se sentara entre sus piernas para poder rodearlo con sus brazos.

Ellos eran tan condenadamente dulces, siempre siendo amorosos. Aunque no es que se pudiera esperar otra cosa de Cupido y su pareja ¿No? Por supuesto que Nick y su adorable elfo tampoco se quedaban atrás, hacían una hermosa pareja y se notaba lo mucho que se amaban. Y por primera vez en mucho tiempo, Malik no se sentía como un sujeta velas frente a ellos, porque también tenía a su propio ser especial. Como si necesitara probarselo a si mismo, estiró una mano tomando la de Jack; se sintió cálido por todos lados cuando el mayor entrelazó sus dedos sin dudar.

Sin embargo la agradable reunión se vio interrumpida cuando uno de los O'llys mensajeros apareció. Su nombre era Ulises e iba disfrazado con una túnica griega.

±Lamento la interrupción, pero Malik tiene un mensaje prioritario.

—Oh— se puso de pie un poco extrañado porque nunca había tenido un mensaje prioritario, ni siquiera sabía que existiera tal cosa en la Villa. —¿De quién es?

±Umm— Ulises se removió sobre sus pies— de Lucifer.

—¿Qué?— Jack se puso de pie en un instante, parándose a su lado. —¿Por qué rayos Lucy te envía notas?

Tardó un momento en saber porque estaba recibiendo un mensaje del amo y señor del infierno. Entonces lo recordó. En realidad nunca lo había visto en persona, pero luego de que Jack le contará la manera en que lo había engañado, sintió que debía lanzar un ofrenda de paz. Le preocupaba que algún día se lo toparan -cosa que no era imposible- y Lucifer se desquitara con Jack o algo así. Por eso había armado una canasta con los mejores dulces y postres que tenían en la villa, incluyendo el famoso pastel de calabaza, luego le preguntó a uno de los O'llys si podía llevarlo a los dominios del señor de las tinieblas. No tuvo noticias después de eso y había sucedido hace meses, así que lo olvidó.