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Okey, okey quizá no debió llevarse al niño. Para empezar no es que fuera demasiado bueno con ellos, sin embargo está ocasión le pareció que se le permitía ser un poco malicioso al respecto. Vamos que el chiquillo lucía realmente entusiasmado por el Halloween, debía darle crédito por eso, además vio la expresión encantada en el rostro de Malik. También vio como su expresión se tornó triste al ver cómo el hermano del chico era un completo imbécil. Así que tenía que hacer algo.

—¿Entonces en verdad hay una ciudad del Halloween?— preguntó Kip, el chiquillo que había tomado prestado.

—Seeh— se encogió de hombros. —Podrías decir que es una ciudad, sí. Una pequeña

—¿Y tú eres como el jefe del Halloween? ¡¿Cómo Jack Skellington?!

Hizo una mueca. No es que tuviera nada en contra de ese personaje. De hecho esa película le pareció graciosa y Jack Skellington le agradaba, sobre todo por su personalidad que era un poco retorcida sin que fuera su intención. En fin, el asunto es que alguien pensaba en el representante del Halloween y sin duda imaginaba al calaverico personaje. Eso golpeaba duro su ego, aunque tampoco es que improtara ¿Verdad? Ya no era el representante de aquella festividad de todos modos.

—Oye mocoso, ten un poco de respeto. Me llamo Jack O'Lantern.

—Okey—Kip parpadeó detrás de su máscara y se encogió de hombros— entiendo. Pero…¿de verdad vas a llevarme a tu ciudad? ¿Cómo se llama?

—Si, voy a llevarte y se llama Sleepy Hollow.

—¡Ah, como la ciudad del jinete sin cabeza!

—Mierda, por fin alguien que capta la referencia.

—No digas groserías.

—Mierda, joder, carajo.

La boca del niño cayó abierta antes de que empezara a reírse. Eso sin duda hizo que la boca de Jack se curvara en una sonrisa de suficiencia. No debería sentirse orgulloso de arruinar la mente de un niño, aunque apostaba a qué Kip no era tan condenadamente inocente como para no haber escuchado antes unas cuantas maldiciones. Y no es que Jack fuera un hombre bueno y santo. Al contrario.

—¿Tienes ayudantes en tu ciudad, Jack?— preguntó Kip.

—Sí, pero no son monstruos que se esconden bajo la cama ni nada por el estilo. Son más como fantasmas disfrazados— se encogió de hombros— Ya lo verás.

Los O'llys era unos ayudantes que por años se comportaron de manera hosca con Jack. Cuando tomó su lugar como el representante del Halloween hace tanto tiempo, le supuso un dolor de cabeza hacer que esos ayudantes cumplieran su trabajo y pues...lo ayudaran. Pero cuando Malik tomó el cargo, las malditas cosas se volvieron como cachorros sedientos de cariño. «Eran tan fáciles», se dijo Jack. Aunque a decir verdad no podía culparlos del todo ¿Quién no se derretiría si alguien como Malik le ponía un mote cariñoso, verdad?

Hizo una mueca y sacudió esos pensamientos. No era buena idea seguir por ahí. Sabía que no llegaría a nada. Después de décadas no es como si las cosas fueran a cambiar y un día Malik pondría sus ojos en él y diría…"oh, Jack, eres todo lo que siempre he querido". Vamos que el joven en el fondo aún creía que Jack lo había matado a propósito. No es que lo dijera en voz alta, pero siempre era un poquito cauteloso a su alrededor.

—¿Por qué estás llevándome contigo?— De pronto Kip se detuvo sacándolo de sus pensamientos. Se quitó la máscara por fin dejando su rostro al descubierto. Había unos cuantos lunares en su mejilla izquierda. Sus ojos grises lucían un poco preocupados— ¿No eres un asesino en serie, verdad?

¿Dulce, truco...o Jack?Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu