Un crush pero sin el candy

Sano

Capítulo III

—No puedo creer que tu hermano haya grabado la pelea. —puntualizó una Emily incrédula mientras observaba la cantidad de comentarios y compartidos que tenía el video.

—Estuvo pegado en la ventana todo el rato —explicó la rubia que tenía la cabeza sobre la mesa en una expresión cansada—, no iba a desaprovechar la oportunidad de hacerse viral.

—Miren el lado positivo, ahora somos famosos. —se burló Stephany mientras atendía alguna de las notificaciones que había estado recibiendo.

—Si —concordó Peter mientras se reclinaba en su asiento y pasaba un brazo por detrás de Hally, como si intentase darle un poco de consuelo—, ¿pero a qué precio?

En la mesa se escuchó el suspiro de Erick— definitivamente es el karma —murmuró antes de que el sonido de notificación en su teléfono le avisase de algo importante—. Peter —el alemán levantó la mirada hacia su mejor amigo—, el doctor ya llegó. —avisó.

—¿No es muy pronto? —preguntó mientras veía la hora en su reloj.

—¿A cuantas revisiones mas tienen que ir?, se la pasan tanto en el hospital que ya les deberían dar su propia habitación. —se burló Emily mientras veía a sus amigos levantarse.

—O descuentos. —añadió Hally antes de darle un abrazo de despedida a su novio.

A Erick se le escapó una risilla y luego se encogió de hombros, el chico no tenía ni idea de cuando acabaría su martirio.

El mas bajo pasó su mirada por la mesa, habían pasado tantas cosas en tan poco tiempo que no sabía ni como habían comenzado los acontecimientos que lo llevaron a esa situación; gracias al "pequeño accidente" su grupo de amigos se había fortalecido a un nivel inimaginable, además, ahora tenían nuevos integrantes (como Marcos o la mismísima Stephany) con los que se veían mas a menudo.

Cuando Erick salió con Peter al exterior del local la brisa cálida de la primavera lo envolvió, como si hubiese sido un abrazo lleno de compresión por parte de universo, se sentía mas ligero, completo, incluso luego de que Emily le diera una cachetada posterior a que (y quizá si fue muy idiota de su parte) el pelinegro le propusiera una cita en un intento de redimirse... si, no había sido la mejor idea (especialmente porque la castaña había superado de una forma sana sus sentimientos por el... además de que no quería considerarse a sí misma como "el plato de segunda mesa").

Luego de arreglar su ventana, casi romper su circulo de amigos, hacerse famoso (gracias al hermano de Hally), recibir medio órgano, ser doblemente rechazado, conocer nuevas personas; estar obligado temporalmente a comer una dieta sana y balanceada (por el bien de su hígado). Definitivamente ya no quería mas problemas turbios por el resto de su vida (incluso en la siguiente). Ahora mismo estaba centrado en un asunto mas común y menos extravagante: tomar una carrera universitaria.

Su entrecejo se frunció al pensar en aquello «demonios», pensó mientras sentía como su estomago se revolvía ante la mención de su futuro académico.

—¿Por qué pones esa cara? —le preguntó Peter que caminaba junto a el—, ¿es por el doctor?, no creo que la revisión sea tan exhaustiva como la pasada... o eso quiero creer.

Erick negó— estaba pensando en la universidad, ¿tu ya sabes que quieres est-? —pero sus palabras se vieron interrumpidas por el fuerte «shh» que pronunció Peter con avives.

—No me estreses ahora, le hace daño a mi hígado. —excusó de forma divertida, haciendo que Erick riera en su lugar.

—Es un órgano, Peter, no un ser vivo.

—¿Podrías ser mas considerado?, te está escuchando. —dramatizó el rubio.

—¡Oh!, claro, seré mas considerado con «nuestro» hígado. —sonrió con leve altanería.

—«¿Nuestro?» —repitió con sorpresa fingida en su voz—, no hace mucho lo negabas. Espero no lo andes llenando de alcohol para la navidad de este año.

Erick negó con un movimiento de su cabeza— ¿Cómo tienes la osadía de pensar en estar vivo para navidad?

Peter detuvo su caminar y se quedó observando a su amigo— ¿Me estás amenazando?

—¿Yo?, ¿amenazarte? —cuestionó sin esperar alguna respuesta en especifico—, después de la paliza que me diste no me atrevería ni a discutir el clima contigo, si dices que mañana lloverán cerdos yo solo diré que si. —la risa de Vogel no se hizo esperar y tomó al mas bajo de sus hombros para proseguir su caminar.

—Definitivamente argumentar que podría llegar vivo a diciembre cuando mañana mismo podría caerme un cerdo encima y darme una muerte inminente, es demasiado egocéntrico de mi parte. —concluyó su teoría con una sonrisa adornando su rostro sonrojado por la espontanea broma de su amigo.

El pelinegro asintió— En efecto. Pero me refería mas a que primero tendremos que sobrevivir a las fiestas de cumpleaños de todos los del grupo para poder volver a llegar a diciembre (que es justo cuando cumpleaños de Hally). —finalizó su comentario con su ceño levemente fruncido y su sonrisa un tanto forzada, dejando relucir toda su preocupación.

—Mierda. —finalizó el alemán mientras tragaba gureso.

—Pero ¡Hey! —llamó la atención el mas bajo—, a lo mejor y si nos mate un cerdo mañana.

. * Fin * .

Nota: Los chicos casi juraban que no volverían a tomar una gota de licor en lo que les quedaba de vida.