La terrible primera noche

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Capítulo I


Esa tarde Erick había decidido irse a casa pronto (a pensar de las insistencias por parte de sus amigos para que se quedase el resto del día con ellos).

A Hally le pareció extraño que su amigo no quisiera pasarse el resto de la tarde con ellos, nunca había visto a Erick comportarse de esa manera. Inmediatamente le preguntó a Emily si sabía algo ya que los había visto irse juntos luego de el gran y maravilloso (u horroroso, eso depende de cómo lo quisieras ver) momento.

Por su parte, Emily, buscó la forma de proteger la integridad de su amigo (alias, el amor de su vida)— no estoy segura —vaciló—. ¿Ya has acabado tu libreta?, ¿puedo verla? —la castaña le sonrió inocente; por su parte, Hally largó un suspiro y le pasó la libreta a su amiga—. quedó genial... —sonrió mientras admiraba las calcomanías—... ¿crees que podrías...?

Pero su pregunta quedó en aire cuando Hally le interrumpió con otra interrogante— ¿y si lo llamo? —la curiosidad de la rubia hizo que Emily levantase su cabeza bruscamente y mirase a su amiga—. Tal vez pueda ayudarle.

—¡No! —la exclamación logró sorprender a Hally haciendo que saltara en su lugar. Rápidamente Emily se dio cuenta de la brusquedad con la que soltó esas palabras; en un intento por recobrar la compostura colocó sus dos manos sobre la mesa y luego de una corta respiración procedió a hablar—. Es decir, no creo que sea buena idea que «» lo llames. «Si escucha tu voz de preocupación por el, solo harás que sufra más», pensó mientras recordaba como Erick evitó a Hally a toda costa mientras huía de la escuela.

La castaña quiso hacer referencia a que el estado actual de su amigo se debía a la mismísima Hally y a su nuevo estado civil, sin embargo, naturalmente, la chica con novio desconocía la buena intención de su amiga.

La rubia recorrió a Emily con la mirada; no había que ser muy listo para darse cuenta que estaba enfadada, ella conocía a Erick desde el kínder, a diferencia de Emily a quien conocieron en la primaria.

—Lo voy a llamar —dijo esta vez decidida.

—Hally, no seas terca —replicó dejando la libreta de lado—. Será mejor que le preguntes en persona, se le veía muy triste... tal vez debas esperar hasta mañana.

La rubia no era estúpida y notaba como su amiga le evadía la mirada colocándola en la libreta. Sabía que algo debía estarle ocultando, pero, por otro lado, pelear por Erick y sus emociones era lo último que quería hacer con Emily.

—Bien, tienes razón... esperaré hasta verlo.

Emily sonrió y asintió— ¡Genial!

Una sombra se ciñó sobre la mesa, ambas chicas levantaron la mirada e instintivamente Hally sonrió sin mostrar los dientes y le lanzó un beso a la persona que acababa de llegar, ocasionando que Emily bufara divertida.

—Hola, novia —sonrió el chico al terminar, el evidente sonrojo se notó en las mejillas de la pareja.

—Hola, novio.

—Oh, hola Emily, ¿qué tal tu día? —habló la castaña en tercera persona haciendo reír a sus amigos.

—Lo siento, Emily —susurró Peter mientras tomaba asiento junto a su nueva novia.

En breve, la castaña de ojos obscuros tomó la sabia decisión de irse ahí con la excusa de que se le hacía tarde para ir a casa, ya que los novios acaramelados la estaban incomodando.

—¡Puaj! —exclamó con asco cuando estuvo lo suficientemente lejos del lugar donde se encontraban. «¿Por qué deben hacer sus cosas románticas en frente de mí?», se preguntó mientras revivía la imagen que le hacía tener fatiga.

Un crush pero sin el candyWhere stories live. Discover now