El martirio continúa

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Capitulo I


—¡Emily! —llamó Hally en cuanto la vio.

—Amiga —sonrió la castaña quien saludó a la otra con un abrazo—. ¿Cómo te fue con Peter ayer?, ¿lograron resolver las cosas?

Hally asintió contenta mientras comenzaba a caminar a la entrada de la escuela junto con su amiga— salió mejor de lo que esperaba —Emily suspiró agradecida con las palabras de Hally, estaba feliz de que Erick no hubiese estropeado la relación de su amiga—, especialmente luego de que Erick fuese a pedirnos disculpas a mi casa.

Entonces Emily la miró extrañada, al notar eso Hally la observó de igual manera— dijo que se sentía mal por lo que dijo durante el almuerzo —le explicó—, ¿no fue a pedirte disculpas también?

Emily negó con la cabeza para luego soltar un sutil «no».

—¿Ni siquiera un mensaje? —insistió la rubia, pero esta vez Emily solo se limitó a negar con la cabeza.

A Emily no le molestaba en absoluto que el chico hubiese ido hasta la casa de Hally a disculparse con sus dos amigos; lo que si le molestó fue el hecho de que no se dignó a siquiera mandarle un mensaje con un simple «siento lo del almuerzo» luego de haberle gritado y dejado sola bajo la mirada de todos los alumnos. Se sintió sumamente desplazada.

—Tal vez ya no le importo —respondió tajante.

Hally se sorprendió por las palabras de su compañera— ¿qué dices?, pero si son mejores amigos.

—Seamos sinceras, desde hace un tiempo para acá ha dejado nuestra amistad en segundo plano —se detuvo para ver a su amiga.

—¿Pero has hablado con el sobre eso? —preguntó Hally colocándose frente a ella con el evidente deje de preocupación adornando su rostro.

—Lo he intentado, pero siempre que quiero hablarle sobre nuestra amistad... el... —respiró hondo y sintió como un nudo comenzó a formarse en su garganta, tragó saliva tratando se deshacerlo, pero sabía que el efecto no duraría mucho—... cambia de tema... por... —entonces su propio ahogo la interrumpió, casi terminaba la oración por un «ti».

Al notar que su amiga se desplomaría a llorar, la tomó de la muñeca y la llevó lo más rápido que pudo hasta en baño, una vez dentro se aseguró que no hubiese nadie más.

—Entonces, ¿por qué cambia el tema? —preguntó Hally mientras se quitaba su mochila y la dejaba sobre los lavabos.

Emily suspiró y tuvo que apretar sus labios para no proferir un enojado «por ti»— por una chica de la cual está enamorado.

Hally abrió sus ojos lo más que pudo debido a la sorpresa, la castaña había sido muy directa— rayos —murmuró.

—Si, rayos —dijo Emily de mala gana.

La rubia sabía que Emily tenía un crush desde hacía un tiempo con el pelinegro, así que sintió como la ira la recorría, se dejó embriagar por el enojo que sentía al ver a su amiga llorar por algo que se les escapaba de las manos, se sentía impotente.

—De seguro es la perra obsesiva de Stephany —refunfuñó la rubia molesta—, quiere llevarse a todo lo que camine con ella. Una vez trató de seducir a Peter en mi cara, aún no éramos formalmente novios, pero ya teníamos tempo saliendo —habló rápidamente.

Hally observó cómo los ojos de su amiga se cristalizaban, logrando que la rubia se sintiese relativamente culpable.

—¿Al menos me podrías decir de quien se trata? —pidió—, debo conocer al enemigo.

Un crush pero sin el candyWhere stories live. Discover now