La verdad tras la máscara

7 2 0
                                    

Capitulo I


A la mañana siguiente los estudiantes se vieron forzados a utilizar sus prendas más abrigadas, el frío ya había marcado territorio y no tenía pinta de irse pronto. Las nubes que cubrían el cielo se veían más espesas; las flores estaban terminando de marchitarse y el brillante sol que alguna vez les brindó calor parecía más lejano.

Cualquier persona lo suficientemente cuerda pensaría que era un día horroroso, era frío, nublado, vacío; cada vez que el viento silbaba en los oídos de los adolescentes parecía arrastrar finos trozos de hielo condigo, por no decir que el aire era más difícil de llevar a los pulmones ya que era congelante. Pero, los alumnos no pensaban así, de hecho, en lo último que pensaban era en el clima, había cosas más importantes en las cuales poner atención.

—¡¿Quién tiene la tarea de ciencias?! —exclamó un alumno desesperado en medio del área interna para comer.

—¿A quién le importa esa tarea? —exclamó otro en respuesta—, ¡¿alguien tiene lo de matemáticas?!

La desesperación de los estudiantes era casi palpable, faltaba poco para terminar las clases y los profesores parecían haberse de acuerdo en dejar todo al mismo tiempo para las mismas fechas.

Emily había decidido olvidar temporalmente su problema con Erick ya que el chico tenía la tarea que ella necesitaba.

El sonriente y responsable rostro de Peter apareció en su campo de visión— ¡Buenos días! —saludó alegre mientras tomaba asiento junto a sus desesperados amigos.

—Hola —pronunció Emily mientras escribía tan rápido como su mano se lo permitía.

—¿Cómo haces para ser puntual con las tareas si se te olvida todo? —murmuró molesto Erick.

Peter se encogió de hombros— las hago el mismo día que las dejan para no olvidarlas —al notar que no recibió respuesta siguió hablando—. En otras noticias —sonrió—, mañana es el cumpleaños de Hally, y lo sé porque lo tengo escrito en mi brazo.

—¿Y hay algo en especial de último momento que quieras hacerle? —murmuró Emily sin despegar la vista de su cuaderno.

—¡Sabes que sí! —festejó el alemán—, pero necesito que la distraigas mañana, con una hora será más que suficiente.

Emily levantó la mirada y observó la emoción que desbordaba el chico Vogel.

—Claro, cuenta conmigo —afirmó la castaña levantando el pulgar en señal de apoyo.

—Y, Erick... —habló nuevamente el alemán—... necesito de tu ayuda.

—Por Hally lo que sea —murmuró el pelinegro.

Emily revivió el enojo del día anterior, a veces creía superarlo, pero siempre regresaba haciéndole recordar lo desdichada que podía llegar a ser su vida.

—Ya se volvieron a enojar —reclamó Peter—, ¿qué pasa con ustedes?

—Nada —respondieron cortantes. La coordinación hizo que ambos sostuvieran la mirada un segundo, eso hasta que Emily la apartó molesta.

Peter no quiso insistir más y esperó a que llegase Hally, no demoró tanto así que en breve había vuelto a su habitual humor.

—Uhg —soltó Hally mientras llegaba—, qué horror... tarea de último minuto.

—¿Por qué tardaste tanto? —le preguntó su novio.

Hally rodó los ojos a un lado de él— me encontré con Stephany en el camino.

Un crush pero sin el candyWhere stories live. Discover now