El autobús casi lleno estaba a punto de salir.
Sólo esperaban a una persona.
La conductora estaba impaciente.
Faltaba un minuto para las 12 de la noche y la persona que faltaba aún no llegaba.
A lo lejos, se distinguió una silueta caminando apesadumbradamente hacia el autobús.
Cuando al fin subió, la conductora emprendió el viaje de regreso, advirtiéndole que si el próximo Día de muertos no llegaba a tiempo, lo dejaría vagar solo por toda la eternidad.
ESTÁS LEYENDO
Historias para pensar en la obscuridad
General FictionSegundo volumen de la serie "Historias para pensar en la obscuridad". ¡Que lo disfruten!