Llegó un poco tarde a la cita porque había ido primero a otro lugar.
Una vez ahí, se dio cuenta de que nadie lo esperaba. Todos se habían ido.
–Eso me pasa por ir primero con mi amante —musitó melancólico.
—Mi esposa y mis hijos nunca me esperan. Además aquí está todo obscuro, no alcanzo a ver nada.
—El otro año mejor no vengo. El que sirve a dos amores, con alguno queda mal —dijo viendo las veladoras apagadas de su altar.
VOCÊ ESTÁ LENDO
Historias para pensar en la obscuridad
Ficção GeralSegundo volumen de la serie "Historias para pensar en la obscuridad". ¡Que lo disfruten!