blessing

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Habían pasado solo veinte días de la gran fiesta de aniversario, Natasha comenzaba con malestares físicos, le preocupaba que su cuerpo comenzara a rechazar su nuevo útero. Todo cambió cuando decidió pedirle a F.R.I.D.A.Y. una inspección a su cuerpo revelándole que su vientre no estaba solo, un pequeño saco de células comenzaba a habitarlo, por un momento se asustó demasiado y llamó a Shuri quién solo pudo felicitarla, había sido un éxito.

En solo veinte días notó sensibilidad en su pecho, su irritabilidad comenzaba a notarse pero no quería decirle nada a Tony hasta no estar completamente segura.

Natasha viajó hasta Wakanda sola, tuvo que inventar un pequeña mentira.

- Entonces, ¿vas por trabajo?.

- Vamos Tony, ya te dije que sí.

- Bien Nat, solo cuídate por favor.

- Así será.

- Te amo Nat.

- Yo te amo mucho más.

Ahora se encontraba en el laboratorio de la princesa de Wakanda esperando unos resultados que cambiarían su vida para siempre.

- Felicidades Natasha, estás embarazada - felicitaba Shuri.

Por un momento el mundo de Nat se vino abajo, estaba en shock pero estaba muy feliz. Natasha se levantó de su silla y abrazó a Shuri lo más fuerte que pudo.

- Shuri, muchas gracias - agradecía Nat al borde de las lágrimas.

- Me da gusto saber que ayudé para que tu felicidad sea completa Nat.

Natasha viajó tan pronto como pudo para poder encontrar a Tony y cuando estaba a punto de hacerlo prefirió preparar una cena para poder decirle la verdad.

Al llegar a la mansión inmediatamente tomó un baño, se alistó y tomó las llaves del auto para dirigirse al supermercado más cercano, eligió con sumo cuidado los vegetales, las pastas y los vinos que tomaría Tony y que ella ya no podía, se dirigió al área de libros y eligió algunos sobre maternidad.

Al llegar a la mansión comenzó a cocinar, no sin antes elegir música agradable, casi terminando, envío un mensaje de texto a Tony diciéndole que lo esperaba a cenar, texto que fue respondido de inmediato.

Cuando la rusa terminó con su talento culinario, subió a su habitación y eligió ropa adecuada para la ocasión, tomó un largo baño y al salir se vistió y eligió un maquillaje discreto.

Bajó al comedor y preparó la mesa, eligió música y el vino preferido de Tony que había comprado horas antes.

- Querida, ya llegué - se escuchó Tony cerrando la puerta.

- Adelante, pasa.

Tony entró al comedor quedando encantado con lo que veían sus ojos.

- ¿Qué es todo esto?.

- Solo quiero consentir a mi esposo, ¿no puedo?.

Tony la tomó de la cintura y le dió un beso tierno.

- Siéntate o todo esto se enfriará.

Cenaron felizmente mientras Tony le contaba lo sucedido y como era extraño que el mundo estaba en un corto período de paz.

Al terminar y llegar al postre hubo un pequeño inconveniente, los ascos se hicieron presentes y mandaron a Natasha a vomitar.

- Querida déjame sostener tu cabello - pedía Tony.

- No, está arruinado - lamentaba la pelirroja.

- Está todo bien querida, solo estás enferma.

Natasha lo miró.

- ¿Aún no te das cuenta cierto? - cuestionó Natasha.

- ¿De qué? - preguntó Tony confundido.

- Anthony Stark, estoy embarazada.

Tony se quedó estático mirando a la nada.

- Tony, ¿estás bien?.

- ¿Un hijo? - preguntó con miedo a que haya sido falso.

- Sí, es lo que dije - sonrió Nat.

Tony se abalanzó hacía la espía rusa para poder abrazarla y besarla, pronto bajó su mano hasta el vientre de la pelirroja dedicándole unas palabras a su pequeño hijo.

- Sé que estás ahí y no sabes la felicidad que me das, por favor sé bueno con mami y no le des problemas, papá te ama.

Eran las primeras palabras que Tony le dedicaba a su pequeño hijo.

Natasha solo acariciaba el cabello de Tony y derramaba unas pequeñas lágrimas de felicidad.

Su felicidad estaba completa.

Su felicidad estaba completa

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