ISOLATION | Dramione - Traducida

Capítulo 38: Otra vez

Draco estiró las piernas e inclinó la cara hacia el sol de la mañana. Hoy tenía los ojos algo revueltos - quizá por haber madrugado - y el calor de los rayos que llegaban parecía tranquilizarlo por un momento.

Habían pasado cuatro días desde que Hermione irrumpió en la cocina y les gritó a Potter, Weasley, Theo y a él mismo, y aparte de algunos comentarios sarcásticos pero inofensivos al día siguiente, las cosas se habían calmado con notable rapidez. Andrómeda incluso había hablado con él en privado y le había felicitado por su "madurez", pero el hecho era que todos parecían haberse dado cuenta de que no había lugar para las rencillas de patio de colegio cuando el mundo se estaba desmoronando.

Y eso era lo raro.

Todavía se reunían todos en torno a la radio y escuchaban las crepitantes emisiones de Pottervigilancia sobre la tortura de Muggles, la matanza de hijos de Muggles y el aumento de la cifra de muertos. El ritmo y la brutalidad de la guerra parecían acelerarse cada día y, sin embargo, en la casa de Tonks, donde los antiguos enemigos habían conseguido llegar a un voto de amistad no expresado, había una extraña sensación de paz. Era desconcertante; casi se sentía como si estuvieran alejados de todo, pero por supuesto no lo estaban, y una mirada a Granger lo confirmaba.

En los últimos dos días, se había estado levantando al amanecer para practicar hechizos con Remus y Tonks, insistiendo en que necesitaba acostumbrarse a la varita de Bellatrix.

Había decidido observarla hoy, persuadido por el sol y también intrigado por ver cómo manejaba la varita ajena, al igual que sus amigos, aparentemente. Ella estaba a una distancia considerable de donde él estaba sentado con Theo y Blaise, cerca de la parte delantera de la casa -tal vez a unos quince metros-, pero él podía ver el fino brillo del sudor que se extendía por su frente mientras discutía con sus dos compañeros y se quitaba el jersey. Antes de que pudiera darse cuenta de que la estaba mirando, Theo habló y rompió su trance.

''Es el último día de Abril''.

Draco arrugó la frente. ''¿Y?''

''Recuérdame mañana que te golpee por ser primero de mes''. *

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Hermione asintió y levantó la varita de Bellatrix, encorvando los hombros a la defensiva mientras Tonks y Remus se alejaban unos pasos de ella.

''¿Preparada?'' preguntó Remus, y ella asintió de nuevo. ''¡Adelante!''

''¡Desmaius!'' chilló ella

Este lo bloqueó sin esfuerzo, y ella giró su cuerpo para intentar desviar el hechizo que Tonks le había disparado, pero todavía estaba un poco inestable sobre sus piernas. En el momento en que le dio la espalda, sintió que la magia le escaldaba la piel, y cuando se volvió hacia Remus éste ya estaba apuntando con su varita para su siguiente movimiento.

''¡Espera, espera un momento!''

''¿Crees que un Mortífago va a darte la oportunidad de que te recompongas?'' contestó el

''No, lo sé, pero...''

''Van a saber que eres reacia a usar la Magia Oscura, y probablemente reconocerán la varita de Bellatrix'' prosiguió. ''Además, estás recitando tus hechizos. Al hacerlo, le estás diciendo a tu enemigo cuál es tu movimiento...''

''Lo sé, pero la varita de Bellatrix se me está resistiendo, y...''

''Puedes hacerlo, Hermione'' dijo firmemente. ''La bruja más brillante de su época, ¿recuerdas? Ahora venga, ¡eres mejor que esto!''

''Remus, dale un momento'' suspiró Tonks. ''A lo mejor deberíamos practicar uno contra uno...''

''No, tiene razón'' dijo Hermione. ''Los mortífagos no van a jugar limpio, ¿verdad? Necesito estar preparada''.