Once Upon A Time...《Peter Pan》

Capítulo 17

Llegué a la playa en la que aparecí el primer día en esta isla. Me senté en la arena. Dejé que el viento golpeara mi cara. Necesitaba relajarme. Las palabras de Pan resonaban en mi cabeza: "Sí que es tu culpa. No te quiere". ¿Y si tenía razón? No podía ser. Tenía que intentarlo otra vez. Cerré los ojos con fuerza. Todos esos bonitos recuerdos volvieron a pasar por mi mente. El corazón se iba a salir de mi pecho. Pero cuando abrí los ojos, todo seguía igual. Las olas rompiendo en la orilla, las ramas balanceándose, y yo llorando. Pegué mis piernas hacia mi cuerpo y escondí mi cabeza entre las rodillas. Ahí fue cuando rompí en llanto. Necesitaba soltarlo todo. Acaricié el medio corazón que llevaba colgado del cuello. Al menos así podía sentirla cerca. Una voz hizo que volviera en sí.
??- ¿Hola?
Me puse de rodillas en la arena y me sequé las lágrimas.
Yo- ¿Quién hay?
??- Hola, soy yo.
Miré hacia el mar. Una cabecilla pelirroja asomaba entre las olas.
??- ¿Estás bien?
Yo- Sí... Creo.
??- ¡Perdón! Soy Ariel - Se acercó más a la orilla y me dejó ver su brillante cola de sirena. Se subió a una roca que se encontraba cerca de ella, sin salir del agua.- ¿Seguro?
Yo- Sí, tranquila. Soy Alba.
Ariel- Bueno, Alba... Puedes contarme qué te pasa, soy de fiar.
Yo- No es nada importante...
Ariel- Pan, ¿verdad? -asentí.- Todos sabemos que es muy cruel, ¿pero tanto daño te ha hecho?
Yo- No, solo fue un comentario por su parte, pero temo que sea cierto.
Ariel- ¿Qué dijo?- Estaba como preocupada.
Yo- Que mi mejor amiga no me quería. Que sólo estaba conmigo porque le daba pena que yo estuviese sola. Hace un rato, estuvimos intentando traer a Yaiza y como no pude me dijo eso. Y aquí estoy -sonreí tristemente.
Ariel se colocó un brazalete que le dió dos piernas en cuanto rozó con su piel. Vino hacia mi lado y me abrazó.
Ariel- No te preocupes. Seguro que podrá venir pronto.
Yo- Eso espero. Le hecho de menos. Tengo ganas de abrazarla, reír con ella. Hecho de menos mi mundo, pero sobre todo a ella. Ella hace que cada día sea un buen día. Todo es gracias a ella. - Dicho esto, sonreí y Ariel hizo lo mismo. Ariel era una buena persona.
Ariel- Bueno, Alba, me tengo que ir, o mi padre se enfadará. Espero que nos volvamos a ver.
Yo- Adiós, lo mismo digo.
Se metió en el agua, retiró su brazalete y la hermosa cola de sirena le volvió a aparecer. Tras unas rocas se escuchó una voz.
??- ¿Alba?
No era Ariel, ella ya se había ido.
??- ¿Eres tu?