Capítulo 2

20.5K 2K 1.2K
                                    

—Hija

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Hija. —Escuché a mi madre murmurar desde atrás. Impidiéndome decirle mi nombre a Izan, el joven policía.

El paramédico hizo un ademán para que subiera a la ambulancia y vi como mi padre se acercaba al policía.

—¿Es el oficial a cargo? —le dijo mi padre.

—Si, Izan Decksheimer, señor. —se presentó

—Jasper Lizano. —Estrecharon sus manos y los observé cuando se estaban apartando de la ambulancia.

El policía caminó detrás de mi padre mientras sacaba de su chaqueta un pañuelo y se limpiaba las manos, que a mi parecer contenía algún desinfectante. Es más obsesivo de lo que pensé.

Sonreí de lado porque había calzado justo la evaluación que le hice anteriormente, a la vez en que me causaba curiosidad saber por qué tenía esa clase de enfermedad, debía ser un chico bastante organizado o mejor dicho maniático.

—¿Ya sacaron a tu abuelo? —murmuró mi madre haciéndome volver en razón.

—Aun no, deben estar analizando todo arriba. —dije sin pensar demasiado en el efecto de mis palabras en ella.

Como no llegué a conocerlo no sentía un afecto familiar, sin embargo no significaba que no tuviera sentimientos, o fuera un monstruo sin emociones. Miré a mamá casi pidiéndole disculpas con los ojos, pero pareció entenderlo.

—Dios... ¿cómo nos fue a pasar esto? —Tomó mi mano para que le ayudara a sentarse en la camilla, el paramédico la volvió a revisar dando a entender que su presión arterial se encontraba estable.

Mi madre lloraba casi en silencio aun impactada y no era para menos, ver aquel hombre indefenso hizo que nos quedáramos en shock. Pese a todo había cosas que no me calzaban para nada, en el momento no pude percatarme como hubiese querido del entorno, sin embargo la canción infantil del caballito blanco no sé porque en este momento me parecía tan perturbadora.

Observé a lo lejos como quitaban al perro y les tomaban fotografías, luego lo ponían en una bolsa negra para examinarlo, eso quería creer; se dedicaron a tomar huellas y todas las pruebas posibles. Después sacaron el cadáver de Enver Montalvo, en la misma circunstancia para llevárselo al área de medicina forense.

Las siguientes horas se hicieron larguísimas, a primera vista dijeron que fue un suicidio y todo indicaba a que sí lo era, la mayoría de los policías conocían al señor, mientras que siendo mi abuelo, no alcancé a conocerle ni la sombra.

Los rumores decían que él jamás habría matado a su perro ya que cuando salía de compras siempre iba con él al pueblo, lo llamaba buen chico cada vez que hacía algún truco, era su fiel compañero en un lugar prácticamente solitario en medio del bosque.

Esperaban que mañana los resultados no indicaran un asesinato, ya que eso lo haría más complicado, pero lo pongo en duda, si me hubieran dejado declarar en este momento habría dicho que hasta vi una silueta en el bosque, a cambio declararon mis padres que fueron los primeros que vieron la escena.  

Wyland ¿Libertad, castigo o salvación?Where stories live. Discover now