La Foto - Saiouma Pregame /completo/

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Esto me trae recuerdos, una habitación oscura dónde nadie puede escucharte gritar, pero algo es diferente.

-¡Mmm! ¡Mmm!

Me levanté de mi silla para acercarme a Saihara, lo había traído a mi sótano, es mejor que una cárcel, además lo deje muy bien amarrado a una silla de madera ¡Es increíble como cambiaron las cosas! ¿No?

-¿Que pasa Saisai? ¿Estás asustado? - le quite el pañuelo de la boca esperando una respuesta

-¡Hag!... ¿Qué...? - a penas y podía formular palabras, se había quedado sin aire y le costaba recuperarlo... Quizás apreté muy fuerte el pañuelo- O-ouma...

-¿Sí, mi querido Saisai?

- Tú... ¿De verdad hiciste todas esas cosas horribles...?

- ajá

-... Las hicistes... ¿P-por mí?

- ¿Por qué preguntas? ¿Sientes culpa?

-... Estoy muy felíz

Eso último me saco de mis casillas, me puse frente a él y le di una fuerte bofetada.

-¿¡"Feliz"!? ¡Claro, solo un enfermó como tú se pone "feliz" por algo así!

Quería hacerle sentir mal, quería ser tan malo como él lo era conmigo, pero ante mi bofetada y regaño solo hubo risa, una pequeña y tierna sonrisa que ocultaba lo más retorcido y enfermo de su mente, pero que al final y a cabo era efectiva conmigo.

Verlo tan feliz revolvía mi corazón y odiaba eso ¿Por qué ni con esto puedo ser peor que tú?

- Sabes que mientras me estás coqueteando, afuera están tus compañeros muriendo ¿No? - termine diciendo en un último intento

- lo supuse, pero ellos nunca me importaron, solo tú~

-... -quiero vomitar - ¿Por qué actúas así? No lo hacías antes en esta historia ¿Es acaso una especie de "modo psicópata" que se te activa cuando todo se va a la mierda?

- no sé de qué hablas...

-... Saldré un rato, cuando vuelva debes estar en esa silla justo cómo te deje

Tome la bolsa negra que estaba a lado de Saihara y salí por la puerta encima se las escaleras, debería llevarme al comedor de mi casa pero en vez de eso me dejó en un lugar desértico que a duras penas tenía unas casas abandonadas, justo lo que esperaba; no tuve prisa, solo camine por el lugar admirando lo desolado que se veía.

Si estoy en lo correcto, los supervivientes deben estar en alguna de estas casas, sería imposible saber cuál, si shirogane sabe que estoy aquí (y que es lo más seguro) ya debió haber advertido a los demás y seguramente harán hasta lo imposible para no ser encontrados... De todas formas, ellos no son mi objetivo ahora.

Desde hace mucho me doy mis escapadas, suelo venir aquí cuando la historia no se centra en mí, siempre me dirijo a la misma casa roja, una de dos pisos con pocas ventanas, luego entro y cruzó un corredor oscuro hasta llegar a una puerta que siempre está cerrada, cada vez que me acerco puedo escuchar las teclas sonar y una persona murmurando para si misma, se trata de la escritora.

Ella está siempre al otro lado de la puerta y me gusta sentarme cerca para atormentarla con mi voz... Pero esta vez, cuando llegue al pasillo note que algo estaba mal, la puerta estaba abierta y de la habitación salió la blanca luz del monitor en el que escribía.

Camine con duda hasta el lugar, ella me había dicho que la puerta se abriría en cuanto exterminara a todos los personajes que debían morir en manos de Saihara, pero sabía que un grupo de ellos seguían con vida.

Trague saliva y abrí más la puerta, justo en ese instante mi rostro palideció y escuché el grito de Shirogane detrás mío.

—¿¡Qué estás haciendo aquí!? — Pero no le respondí.

Simplemente no lo podía creer, justo frente a mí, en el suelo yacía el cadáver de la escritora con el cuello cortado.