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— Un carammel macchiato, por favor. —pido con amabilidad a la cajera con el uniforme de starbucks mientras muevo mi pie con nerviosismo.

Si mi papá estuviera acá me diría que deje de coser a máquina.

Le pagué a la chica y miré mi celular como si hubiera algo interesante. Estoy algo ansiosa porque después de varios meses voy a poder ver a los chicos de nuevo. 

Hace un par de semanas, cuando vi las fechas de la copa américa no se me ocurrió un mejor lugar para despejarme. Extrañaba demasiado a mi tío y a los chicos, además de que Scaloni me venía insistiendo hace meses para que lo visite.

Así que me tomé un avión a Brasil y cancelé los pocos compromisos que tenía, ya que hacía tiempo que planeaba descansar, aunque me quedaron un par de cosas que no puedo evitar.

Hace un par de días le avisé a Scaloni que venía, se le notaba feliz.

Me llamaron para darme mi pedido, lo agarré mientras me ponía una gorra y lentes, porque aunque no creo que nadie me reconozca, mejor prevenir y comencé a caminar fuera del aeropuerto.

Me llegó un mensaje de Lio diciendome donde estaba estacionado y caminé hasta ahí.

Después de un rato lo vi apoyado de brazos cruzados sobre una auto y corrí hacia él.

Él me abrazó con fuerza en el momento en el que mi cuerpo chocó con el suyo.

— Gordo soltame que me vas a asfixiar.

El pelotudo me soltó mientras se me cagaba de risa.

— Hola Ro.

— Hola tío. —cuando le dije eso me volvió a abrazar fuerte mientras me daba un beso en la frente.

Me abrió la puerta del copiloto y charlamos todo el camino, con muchos mates de por medio, obvio.

Me contó que hace unos días, mientras comía con los chicos, Paredes le preguntó por mi, por que no le contestaba los mensajes. Y todos empezaron a saltar diciendo que a ellos tampoco. Según Lionel los pibes se pusieron a hacer "teorías falopas" sobre por que no les contestaba. Obviamente me re tenté, son unos tarados. 

Le pregunté si había convocado a alguien nuevo y me dijo que sí, iba a chusmear un toque más pero me cambió de tema, diciendo que deje las valijas en su auto, porque ahora teníamos que ir al predio en el que están entrenando ya que mañana juegan su tercer partido de la copa contra Paraguay, en el Mané Garrincha.

Llegamos al predio y después de estacionar el auto fuimos a donde estaban los chicos.

Pero antes de llegar le dije a Scaloni que siga porque me estaba re meando, me pedí un café grande, no me juzguen.

Fui al baño y cuando salí casi me pierdo pero casi. Mentira, si me perdí. 

Pero no estaba tan lejos así que no tarde tanto en encontrar donde estaban, porque estaban a los gritos, como siempre.

Me asome para ver que hacían y vi a Otamendi moviendo la bombilla del mate y hablando con el mate en la mano.

— Dale Nicolás, soltá el micrófono querés.

Todas las miradas se dirigieron a ella, algunas curiosas y otras sorprendidas.

Se quedaron todos quietos mirandome.

— Bue, ¿Tan fea me puse? 

Iba a decir algo más pero el kun gritó un romitaaaa que me reventó los timpanos.

Vino corriendo y me abrazo, creo  que en el camino le pegó a alguien porque se escuchó una puteada de fondo.

— Soltala que me asfixias a la nena kun. — Lean lo sacó de un empujón y me abrazó el también a la par que rodri hacía lo mismo.

— ¿Que hacés acá tarada?—me preguntó Ota mientras se acercaba.

— Si queres me voy eh. —hice el amago de irme y me agarró la mano para despues abrazarme también.

— Vos no te vas a ningún lado, ¿Me escuchaste?

Me seguí saludando con los chicos hasta que vi a Leo que aparecía por una puerta con el mate en la mano.

— ¿Roma?

— Hola Leito.

El me sonrío y me abrazo con fuerza. Mientras me abrazaba mi mirada chocó con la de un pibe. Intenté mirar a otro lado, pero no podía.

Se ve que Leo se dio cuenta porque me los empezó a presentar.

Cuando los iba presentando ellos se acercaban y me daban un beso en el cachete.

— Él es el Dibu, vení. 

Lo miré mientras nos acercabamos. Es alto, morocho y tiene re linda sonrisa-

— Roma Di Stefano. —le di un beso en el cachete y se tuvo que agachar, ya está. 

Creo que generé un trauma de chiquita con los pibes que son más bajos que yo. Osea soy relativamente alta y a mí siempre me gustó que fueran más altos que yo. El tema es que o eran lindos o eran altos, imposible que sean los dos.

— Emi Martínez va, me podés decir Dibu si querés. — estaba nervioso, que tierno por dios.

Abrió la boca para hablar pero Scaloni habló. 

— Todo muy lindo pero me sueltan a la nena que tienen que entrenar, vamo'.

Se fueron a entrenar y yo me fui a hacer el mate, a ver que sale de esto.





Medio corto, pero bueno, es el primero. Si leen esto voten así sigo escribiendo <333

𝘳𝘰𝘮𝘢 -𝘦𝘮𝘪𝘭𝘪𝘢𝘯𝘰 '𝘥𝘪𝘣𝘶' 𝘮𝘢𝘳𝘵𝘪𝘯𝘦𝘻Où les histoires vivent. Découvrez maintenant