Cuando ella volvería a su hogar para visitar a su hermano gemelo, jamás pensaría que ella terminaría involucrada en muchas cosas tomando un giro drástico en su vida, al ser lanzada a las vías del tren junto con su hermano.
No pensaría en sus padres...
Si algo habían pensado tanto Hinata como Emma era ayudar a su amiga para que tuviera su cita con Manjiro, asi lo mejor que pudieron hacer era correr a Takemichi con los demás chicos y al señor Mafuyu había terminado saliendo con Baji Ryoko, por lo que las chicas tenía la casa para ellas solas y para hacer que Oyuki se vistiera bonito. Emma había estado buscando ropa que pudiera funcionar para la cita que su cuñada favorita, iba a usar para su romántica salida con Manjiro, por un largo momento estuvo buscando algo entre los cajones de la Hanagaki menor hasta que finalmente encontró una camisa de manga larga de color blanco, un vestido café con flores y que acompañaría con unas botas blancas con un abrigo afelpado en color crema.
- Bueno ya encontré la ropa ahora es el momento de que salgas de esa pijama.- Emma miro a Oyuki quien estaba en pijama desde que habían llegado a su casa, solo para despues mirar a Hinata quien iba a ser su complice.
- Bueno Oyuki es por las buenas o por las malas.- Hinata miro a su amiga que ya se estaba acomodando en su cama para abrazar su cobija.- Ni se te ocurra quedarte dormida Hanagaki Oyuki.- Amenazo a su amiga mientras levantaba su puño.
- Con amor, con amor trátame con amor.- Oyuki rápidamente se levantó de su cama.
Aunque Oyuki ya se había levantado tanto Emma como Hinata se lanzaron sobre su amiga, quienes empezaron sacarle la pijama y aunque Oyuki quisiera hacer algo no sabía de donde salió la monstruosa fuerza de sus amigas.
- Kyaa no me miren de esa forma, par de atrevidas pervertidas.- Oyuki hacia su intento de cubrirse con su cobijita porque ahora estaba en ropa interior y no se esperó que iba a ser golpeada por sus dos amigas.- Papá, papá escucho borroso méteme en arroz.- Aunque ella llamo a su papá se le olvidaba que no estaba para su rescate.
- Dramática.- Dijeron ambas amigas.
Cuando la de ojos azules se estaba vistiendo, la Tachibana y la Sano vieron la cicatriz que estaba en la parte del abdomen de su amiga, recordaban ese día como una pesadilla pero al parecer a la Hanagaki poco le importaba tener esa marca en su piel, con la paciencia que le tenían a su amiga esperaron a que se terminara de cambiar. Cuando pudieron terminar de ayudarla realmente parecía una princesa aun cuando tenía sus cicatrices en su rostro pero eso le daba parte de su hermosura al ser una flor que estaba creciendo en un campo de batalla; Emma y Hinata se habían encargado de haberla maquillado, porque su amiga ya se había picado el ojo cuando se trató del delineador y para poder terminar pintaron los labios de Oyuki en un rosa suave que se viera natural.
- Te ves como una princesa.- Hinata estaba aplaudiendo mientras veía a su cuñada, asi como al ver a Emma terminar de peinar a Oyuki con unas trenzas que termino con adornar con un moño blanco.
- Corrección soy una princesa guerra vikinga.- Oyuki le sonrió a sus amigas quienes negaron con diversión y se acerco a ellas para darle un abrazo a cada una.- Son como mis hadas madrinas, saben me alegra tenerlas como amigas y cuñadas... Realmente me alegra haberlas conocido.- Ella estaba bastante agradecida de conocerlas a ambas se estaba poniendo sentimental y casi estaba por comenzar a llorar.
Las dos amigas de Oyuki la abrazaron y trataron de darle apoyo, pero también estaban felices de haberla conocido porque siempre trataba de hacerla reír en cada momento y también porque salía a defenderlas cuando algún chico se quería sobrepasar con ellas, Oyuki era como su ángel protector les daba calma y se sentían seguras cuando ella estaba.
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