Capitulo 7

418 34 17
                                    

—Esta casa sigue igual a cómo la recuerdo— dijo Britt mientras entraba a la residencia de los López.

La rubia no pisaba ese lugar desde su primer ruptura con Santana, y cuando estaban en pareja, pasaba casi todos sus días ahí.

—Si, mamá nunca quiso volver a decorarla— contestó Santana con una sonrisa forzada, mientras dejaba colgadas sus llaves— ¿Queres algo de tomar?

—No, gracias.

Ambas se dirigieron hacia la terraza, donde se sentó cada una en el borde de una reposera.

La mañana ya se estaba asomando, y con ella un hermoso amanecer, que ambas apreciaron en silencio.

—¿Por qué te mudaste de casa de tus padres?— preguntó la rubia de repente.

—Necesitaba mi espacio— respondió Santana encogiéndose de hombros.

—¿A que edad fue? digo... la última vez que nos vimos...— dijo recordando su último encuentro de una noche— ya tenías tu propio departamento.

—Al poco tiempo de que te fuiste a vivir a Los Ángeles— contestó— Decidí mudarme porque algunos días necesitaba estar sola— la miró, y aunque Britt estaba mirando hacia el frente, sintió sus ojos en ella— Aunque el departamento que vos conociste lo vendí.

—¿Por qué?— preguntó, sabiendo que probablemente le dolería la respuesta.

—Supongo que no quería vivir en el lugar que la persona que amaba me rechazó por segunda vez la petición de matrimonio— dijo riendo sin gracia.

—¿Sirve de algo si te digo que lo siento?— la miró— Yo también te amaba, Santana. Sé que lo sabes muy bien.

—Es curioso, aún habiéndome rechazado dos veces, jamás dude de tu amor hacia mi... o pocas veces lo dude, pero si de tu compromiso con nuestra relación— respondió volviendo su vista hacia el frente.

—No entiendo— frunció el ceño— Y mucho menos que hayas dudado de mi amor hacia vos.

—No sé, simplemente pensaba que yo quería todo a tu lado... me refiero a una casa, una familia, hijos. Pero sentía que vos... no querías nada de eso conmigo. ¡Hey, y no me equivoqué! porque pocos años después te casaste con alguien más.

—Yo quería todo con vos, Santana. Todo— respondió sincera— Simplemente le tenía miedo al matrimonio, y en los que nos podría convertir.

—¿Lo amas más de lo que me amaste?

—A diferencia de vos, yo nunca dije que te dejé de amar, así que no es tiempo pasado para mi— volvió a mirar al frente— Y la respuesta es no. El primer amor siempre es el más fuerte.

—¿Me seguís amando?— preguntó sorprendida.

—Sos mi primer amor, siempre lo voy a hacer.

Ahora Santana se sentía culpable por decirle ese día en los vestuarios que no la amaba más, porque era mentira.

En la vida, hay personas que te marcan y que vas a amar para siempre. Y sin importar que suceda, o el tiempo que pase, van a estar metidas en tu corazón.

Y Brittany la había marcado. Muchísimo.

Se conocieron con doce años, en su primer año en el instituto, y automáticamente se hicieron grandes amigas. No existía un día que no se hubieran hablado, o visto. Luego, con el pasar de los años, ambas se dieron cuenta, y comenzaron a aceptar sus verdaderos sentimientos por la otra, así comenzando su relación.

—Britt, yo...— no pudo terminar de decirle que todavía la amaba por el sonido de su celular, y por el tono, era Dani— Lo siento, tengo que atender— ante el asentimiento de la rubia, Santana contestó— Buen día.

EXPLOSIÓNWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu