Capitulo 26

415 32 7
                                    

—¡Blaine, por el amor de dios, lo están teniendo como un delincuente cuando sabemos que es inocente!— reclamó Brittany.

Habían pasado dos semanas de lo sucedido en Filipinas.

Después de volver al país, inmediatamente trasladaron a Sam a una "casa segura" para protección a testigos vigilada por el FBI, aunque Brittany sabía que era para tenerlo detenido sin tener que dar muchas explicaciones.

En cuanto a la relación de las Brittana, no había mucho para decir, ya que directamente no se hablaban. En estos quince días solamente se ignoraron.

O mejor dicho, Santana ignoraba a Brittany, quien se moría por dentro cada vez que lo hacía, aunque no la culpaba.

—Lo siento, Pierce. No fue mi decisión— se encogió de hombros— Fue de Santana.

—No importa de quien haya sido, Blaine.

—No está detenido ¿si? está en protección a testigos.

—¿Protección a testigos? por favor— dijo irónica— Lo están cuidando dos novatos recién salidos de quantico, que los puede matar hasta una mosca. Si es por protección sabes que estaría mejor en mi casa.

—Lo sé, pero no puedo hacer nada, Brittany— la llamó por el nombre completo porque seguía molesto por bloquearlo de los servidores.

—Santana es tu mejor amiga, podes hacerla recapacitar, a mi no me escucha ¡ni siquiera me mira!— dijo frustrada.

—¿Estás enojada y molesta por qué tu marido está en la casa segura o por qué Santana no te habla?— preguntó alzando una ceja.

—Ambas. Estoy molesta que traten como un criminal a Sam. Y estoy enojada porque Santana no se da cuenta que lo que hice fue por su bien. ¿Pero sabes que? no importa eso ahora— le restó importancia— ¿Podes hacer recapacitar a la terca que tenes de mejor amiga?

—No hace falta que me haga recapacitar, Pierce— entró Santana a la oficina, y Brittany maldijo por lo bajo— La decisión está tomada, es lo mejor para tu esposo.

—Sabes muy bien que no es lo mejor— contestó— Nadie puede cuidarlo mejor que yo.

—Yo tengo que... eh... chau— salió Blaine dejándolas a solas.

—Cobarde— murmuró la rubia.

—¿Por qué estás acá de todos modos?— preguntó Santana cruzándose de brazos, apoyándose en el escritorio— ¿Mi mamá sigue sin suspenderte?

—¿Y por qué lo haría? ¿por cuidar a su hija?

—Por hackear al FBI, y proteger a un sospechoso.

—Técnicamente no lo hackee, reforcé la seguridad de mi teléfono, es distinto— sonrió arrogante, sabiendo que tenía razón— Y no protegí a un sospechoso, solo me tomé unos días de descanso con mi marido.

—Tu marido, el cual es sospechoso.

—Mi marido, el cual ya no es sospechoso— respondió— Y ambas sabemos que la sospechosa número uno acá es tu ex, cariño.

—¿Cómo explicas que bloqueaste de los servidores a un agente?— preguntó, ignorando el comentario anterior.

—Sencillo, un agente de menor rango estaba violando mi privacidad sin autorización, y yo solamente me protegí— se encogió de hombros— Con mi rango en la agencia puedo hacerlo, Santana.

—No bajo mi guardia, no en mi equipo.

—Querida, tenemos el mismo rango. Ambas somos jefas de nuestro equipo Élite— la latina quiso interrumpirla pero ella siguió— Quizás ahora esté bajo tus órdenes, pero no quiere decir que no tenga mis privilegios de jefa.

EXPLOSIÓNWhere stories live. Discover now