EL GRAN DÍA

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Luego de muchos capítulos llegamos aquí

Espero no se aburrieran mucho esperando lo anticipado desde el primer capítulo

Hay muchas cosas que me gustaría haber agregado pero ya que estamos aquí es momento de continuar.


Habitación de Lady Leal

¡PAM!

-AAA- Se levantó Leal con un grito al escuchar como un estruendo azotaba su puerta, tras despertarse con ello se percató de que el cielo se veía oscuro aún y que en el palacio parecía haber una estampida enorme. Tacones sonaban a pesar de los pasillos alfombrados, había golpes, charlas y órdenes siendo alegadas; se podía sentir, desde esa cama mullida y suave, los grupos de personas caminando juntas y cómo entraban y salían de habitaciones, con algo de espanto se levantó. No sabía que tan temprano era, pero recordaba que había mucho que hacer y que habían decidido darle una absurda y pesada responsabilidad por lo que se fue corriendo al baño, tomó la ducha más áspera, ruda y profunda que pudo, queriendo lucir lo más limpia y decente posible, se aplicó el shampoo de coco hasta que no logró oler nada más y lo sumó con una esencia corporal de coco. Salió agitada, con su boca tan lavada que le dolía la lengua, mojada y cubierta por unas mantas, comenzó a buscar algo sencillo (pues ella no tenía el vestido que usaría), tan pronto pudo peinarse y atar su cabello, se puso los zapatos de tacón más bajo y abrió su puerta con ansiedad y exaltación. 

El ambiente era peor de lo que parecía; damas, mayordomos, cocineros, mensajeros, periodistas, caballeros, sirvientes, diseñadores, directores de organización y nobles ayudantes estaban en tripletas, duos y en solitario, todos con las manos llenas de paquetes sellados, colecciones de joyas como collares con zafiros, aretes de plata, oro, vestidos, listones, arreglos enormes de flores, carpetas llenas de papeles y muestras. Había incluso cocineros discutiendo con los ayudantes por los platos usados, por la cantidad y ubicación, damas se peleaban por aparentes recados y había mensajeros corriendo en medio del alboroto.

"¿Qué es todo esto? Se ve como un manicomio, están todos rojos, sudando debajo del maquillaje e hiperventilándose"

"¿Qué estoy haciendo? Tengo que apresurarme a encontrar a Gloria para que ayude a poner ese vergonzoso vestido de ayer"

Leal se abría paso con poca cortesía, empujándose con los demás. Ahí habían muchos trabajadores contratados para el momento por lo que la mayoría no la reconocía y la trataron como a cualquier otra persona, lo que hubiera estado bien para Leal de no ser por su afán por organizarse para ser la Dama de Boda.

-¡Hey tú, morena!- Le gritó un mensajero con varias cajas pesadas.

-¿Eh?- Se giró Leal, mientras seguía enfocada en llamar a Gloria abriendo puerta y puerta.

-¡Ayúdame a cargar esto!- Le pidió.

-Eh...- Hacía tiempo no le hablaban así por lo que Leal se sorprendió pero fue en ayuda y sostuvo la mitad de las cajas, sin embargo el hombre luego le dijo que lo acompañara a desempacar, luego la arrastró a acomodar lo de interior de los paquetes. Al perder tiempo Leal comenzó a molestarse.

-Oye, no olvides esa de ahí, casi terminamos, tengo otro pedido así que...

"Este tipo..."

-Ya me tengo que ir

-¿EH? No espera ¿Ni siquiera vas a terminar?- Le reprochó deteniendola en medio de un pasillo.

-Tengo cosas que hacer

Escandalo en la Casa de la Emperatriz (GL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora