Víctima

18 2 14
                                    

Hola, espero disfruten el capítulo a pesar de que ha pasado bastante tiempo. Les deseo suerte en su día

Memorias de la ilegítima

Narrado por Gloria

"Nací para ser aquella excepción, para ser la oposición lingüística de cada buena palabra. Mi nombre me fue otorgado luego de años en la miseria de la familia Hitch, una de las tantas arrasadas en los masivos impuestos del rey Francisco Vander y su hijo heredero al trono, Jonathan, "El Terrible". Tras desacatos y deudas fue imposible pagar con los dotes y la vida de mis padre fue cobrada con vergüenza. Jonathan perdonó a los hijos mis queridos hermanos emprendieron ruta a sus propios destinos en tierras del sur occidente. Para mí, la menor, fue distinto, la sangre no otorgó piedad y fui abandonada en las calles, donde me fue imposible mantener con vida a mi pequeña hija. Tras muchos intentos y corazones bondadosos fui recogida como criada para la familia Larner, una de las casa más honradas y con la trascendencia histórica más larga al lado del Rey. ¿Qué sería de mí? Trabajé, en mi inocencia rezaba a la luna esperando que me concediera la muerte, pues la pena que desgarraba mi cara al entender que todos sabían que era Hitch, era ya suficiente para comprender la irritación que causaba a la familia que con gentileza me había dado una segunda oportunidad."

"Comí y dormí en su techo, Olivia Ambar, la señora, mi señora, me miraba triste y amable; acariciaba mi cabello y me otorgaba buenas tardes de descanso a su lado, siempre quiso escucharme y nunca me abandonó. Hector Larner, un hombre de rectitud y porte, elegante y firme, solía posar su mano en mi hombre y me invitaba a escucharlo tocar piano, me motivaba a educarme y felicitaba mis modales a la más mínima mejora. Con André y Victor procuré ser una sirvienta leal, los cuidé y protegí su cuerpo y corazón como sus padre lo hacían conmigo, los amaba profundamente."

"Quería ser mejor, quería ser lo mejor para ellos demostrarles que sus esfuerzos no habían sido en vano y que mi agradecimiento era infinito. Lo creí ingenuo al principio pero pasados unos años mi apellidos estaba siendo reescrito por el mismo señor Larner, que tomaba mi mano con fuerza mientras escribía "Gloria Larner" en el libro de su casa, haciéndome su hija, mis lagrimas no eran prudentes y mi nariz goteaba y aún así él no se preocupó por mi exagerada reacción y culminó su caligrafía para hacerme mucho más feliz."

"Tras mi adopción quería ser humilde, demostrarles que lo mío nunca fue interés y mi dedicado amor estaba impecable, por lo que e paseaba menos por la casa, usaba solo los vestidos más simples y baratos y me aseguraba de asistir a cada una de mis clases sin descuidar tampoco los oficios que había sostenido como criada desde mi llegada  a la casa. Los hermanos continuaron siendo quisquillosos entre ellos y adorables a mi alrededor, Olivia me besaba la frente con la naturalidad de siempre y el Señor Larner me observaba incluso más orgulloso de mí. Pensé vivir el paraíso por el resto de mi vida, aún en las más turbias dificultades, aún en mi enamoramiento por Esmeralda Ambar y la indiscreción que tal sentimiento llevaba consigo, aún ahí fui admitida, perdonada y aceptada. "

"Y sucedió en la cúspide de mi vida, la caída hasta mi triste final. El Señor Larner me confió la misión que lo mataría. Noche tras noche de alteración y descubrimiento de documentos, de paso de herencia progresivo a la niña de los Moreau, cientos de letras cambiadas y aseguramiento de papeles. No hubo nada a lo que me negara por mi Señor, antes que el Rey, antes que Dios, porque él estuvo en mis plegarias, me bendijo y me mantenía realmente viva gracias a su paternal amor. Si mi vida le pertenecía, con mi vida haría lo que él dispusiera."

"Durante semanas envenené los recados que pasaban por las cocina reales, donde me infiltraba desde hace un año como criada. La Reina Lyan moría de a poco frente a mis ojos sin poder hacer nada más que rogar porque fuese veloz la parca y no la dejase sufriendo en la tierra. Quise decir la verdad, en especial cuando la señora Olivia se afligía en mis brazos por las amenazas y comportamientos de su marido, quise confesar cuando André me cuestionó en privado si su padre realmente lo amaba, Dios sabe que quise hablar cuando Victor me  sacudió furioso al enterarse del arresto del Señor Larner por corrupción y desacato de ordenes reales. Pero no pude, mi boca era incapaz de abrirse, no lograba decir que sí, no aceptaba los cargos tan descarados impuestos a tan noble hombre, no quería desobedecerlo ni cerrar la última puerta para cumplir su voluntad luego de muerto."

Escandalo en la Casa de la Emperatriz (GL)Where stories live. Discover now