Dialogo

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Hola, aquí otro capítulo, con la aparición de nuevos personajes, espero lo disfruten.


En la habitación de reposo de la Emperatriz

Tras un largo silencio Leal se tranquilizó. Allí, apoyando su cabeza en las piernas cubiertas de su amada, donde no entraba ni un alma y el viento acariciaba sus mejillas rojas con delicadeza, sin revolver su cabello o molestar sus ojos cerrados con el frío matutino. Donde las cortinas ya no se movían y el sol salía desde las ventanas gigantes para iluminar el suelo y despreciar la cómoda y suave cama donde Isabel apenas si se sostenía sentada, con mi mirada vaga, tragando saliva de vez en cuando y respirando con pesadez; sus manos tersas y pequeñas acariciaban la melena oscura de su compañera y sus labios rosas y abultados permanecían levemente abiertos, secándose a falta de saliva y sin pronunciar nada en verdad. 

Los latidos desaforados de Leal habían cesado ha un buen tiempo, las voces de los pasillos eran tan bajas que nada era entendible y los pasos no eran escandalosos por lo que en tiempo de calma casi pasaba desapercibido todo sonido. Apaciguando su alma se dejaba llevar por el ir y venir de las manos amorosas que suavemente danzaban en sus mechones negros.

"¿Qué debería hacer? Estoy durmiéndome aquí, había olvidado por completo lo tranquilizante que llegaba a ser estar a su lado, es como si nada pudiera preocuparme ahora. Hasta los asaltos parecen imposible si estoy cerca de ella, es casi como si me abrigara en la benevolencia de Dios"

"Si le digo algo así se reiría y diría que estoy en lo correcto... Le encanta ser comparada con lo más alto"

"Si tan solo pudiera decírselo de una manera en que de verdad se lo creyera. Así entendería lo serio que es para mí poder ser su amante. Incluso dejaría de molestarme y me vería con ojos sinceros"

"Solo busca de mí cuando no creen en sí misma... ¿No debería eso halagarme? ¿Debería hacerme feliz o acaso molestarme? Es complicado, quiero estar con ella cuando se sienta abandonada hasta por su sombra, pero saber que solo en la soledad me buscará con honestidad, duele"

"Si no puedo ser su consorte o su igual ¿De verdad me resignaré a ser su desecho? Bueno... No es como si estuviera en mi poder ser algo más..."

"No debo pensar eso... No soy una esclava, ya no tengo que esperar para tener derechos, mis necesidades ya no son caprichos... Tengo que asumir mi posición para ser alguien a quien no mire hacia abajo. No quiero ser su pañuelo de lágrimas."

Los tarareos de Isabel llegaban a su corazón a mimarlo, nunca la había oído tararear esa melodía, era suave y tierna, parecía triste y esperanzadora al mismo tiempo. Sentía haberla escucha antes pero no de Isabel por lo que cierta extrañeza la hizo salir de su relajante trance y reincorporándose para verla notó lo pálida que se había puesto. Preocupada sostuvo su rostro con ambas manos, estaba helada y sudando, no entendía cuando se puso así de mal. Por las mantas y el vestido apenas si veía su cuerpo por lo que no sabía donde había sido lastimada a más gravedad ni los rasguños que podría tener. Siendo así se apartó con prisa para dejarla respirar. 

"Está muy pálida ¿habré sido una carga en este rato? Tal vez la agobie mientras está herida. O solo sea por todo lo que le conté... Seguro eso la tiene pensativa, no es de extrañar, yo estoy igual que ella. Mi cabeza me mantuvo despierta, sumamente cansada y con un terrible dolor desde lo sucedido con Lidia, debo ser más comprensiva... Estaba tan desesperada por contárselo que no pude decirlo con tacto y paciencia para que no resultara chocante y trágico"

Escandalo en la Casa de la Emperatriz (GL)Where stories live. Discover now