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12 de marzo, 2021.
Buenos Aires, Argentina.

Niccóla Ribba.

— Eu, ¿qué onda? — me acerco hasta Elena para darle un beso en la mejilla, a nosotras nos chupa un huevo ya el tema del protocolo y el saludo con el codo, no podemos con nuestro genio y estamos demasiado acostumbradas a saludar con besito, no nos juzguen.

Mi hermana mayor me sonríe antes de enredar su brazo con el mío y así guiarme por el local, presentándome a algunas personas en el camino. No voy a mentir que estoy un poco nerviosa, pero estoy segura de que eso se irá cuando tenga las cámaras en frente, así soy: las cámaras y los flashes me brindan seguridad. Trabajo como modelo desde chiquita, siempre estuve en producciones pequeñas en Italia y Buenos Aires, que son los lugares donde voy y vuelvo a lo largo del año, hasta este año que hice un casting de Valentino para aparecer en una propaganda de sus perfumes y adivinen qué... ¡Sí! ¡Quedé! Y nada, obvio se me abrieron muchas más oportunidades laborales después de eso, y ahora mismo estoy por hacer una sesión de fotos para la nueva colección de Desiderata, una marca muy conocida de Argentina.

— ¿Qué onda el viajecito con Dani a Santiago? — me pregunta Ele cuando estamos sentadas descansando. Ella no es modelo, pese a que tiene todos los atributos para serlo, sino que está detrás de las cámaras. Es una genio con las fotos y videos, la admiro muchísimo.

— Pese a la cogida que nos dieron, la pasé bien con el enano. — me encojo de hombros mientras tomo un batido detox que nos dieron. Está rica la mierda esta. De repente recuerdo lo que Dani hizo y me enderezo bien. — ¡Pero no sabés lo que hizo, boluda!

— ¿Qué cosa? Me asustas, wacha, hablá rápido. — mi hermana se ríe y se acerca a mí como cada vez que alguna de las dos dice "no sabés".

— Estábamos en una cervecería después del partido, ¿viste? Y cayó el jugador de River este, Julián Álvarez. — empiezo a contar.

— Ah, bombonazo ese. — me interrumpe. Ele, a diferencia mía o de Flor y Lina, nuestras otras hermanas, es de esas personas que ven fútbol solo por los jugadores lindos.

Ruedo los ojos. — Sí, sí, bueno ese. La cosa es que cayó con unos pibes y justo los vi cuando pasaban, literal, pegados a nuestra mesa, y le tiré a Dani un comentario de que lo que me faltaba era verla a la arañita de agua, y...

— ¿Por qué arañita de agua? — me pregunta confundida nuevamente interrumpiéndome.

— Le dicen araña, no me preguntes por qué, ni idea la verdad. — hago una pausa para tomar un poco más del jugo. — Bueno, como decía, cuestión que hice ese comentario y el pibe escuchó y tuvimos una mini discusión en la que intentó chamuyarme y todo.

— Se quedó en el secundario si chamuya discutiendo. — se burla Ele haciéndome reír, pero no es tan real mi risa. ¿Qué le pasa? Si el chamuyo con discusión es lo mejor que existe, maldita vieja. — Y a todo esto, ¿en qué pinta Dani?

— Ah, cuando llegamos al hotel tenía una solicitud de seguimiento de Julián, y osea yo jamás le dije ni mi nombre, ¿entendés? Entonces le pregunté a Dani y me dice "ah sí, me lo crucé en el baño y me pidió tu insta". — hago un fallido intento de imitar la voz de nuestro primo. — Osea, ¿podés creer? Le pasó mi instagram a un pibe que ni conocemos.

— ¿Y lo aceptaste? — pregunta al toque.

— No, ahí sigue la solicitud. — me encojo de hombros.

— ¡¿Sos joda?! — grita llamando la atención de varias personas, pero le chupa un huevo, obvio, así es ella. — Sí querés conocerlo anda a Wikipedia y leer, pero aceptalo, no seas tarada. — mi hermana niega con la cabeza. — Te juro que te pegaría por tonta pero tu carita en estos momentos vale mucha plata.

PERDAMONO' • Julián ÁlvarezWhere stories live. Discover now