04.

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20 de marzo, 2021.
Mendoza, Argentina.

Julián Álvarez.

— ¡Eu, bancá! — me gritan. Volteo y veo a Agus Palavecino, compañero de equipo y amigo, corriendo hasta donde estoy. — ¿A dónde vas?

Levanto las dos entradas en mis manos y las agito un poco. — A entregarle esto a alguien.

— ¿Tus viejos? — pregunta, a lo que yo niego.

— Una amiga. — comento y él asiente, caminando a mi lado. Vamos hasta el estacionamiento del hotel donde nos hospedamos y nos quedamos parados cerca del portón del mismo para esperar aquí y que no nos vea la gente que está fuera del hotel.

Saco mi teléfono y voy a Instagram.

nicco.ribba
Hace 2 minutos.

Cheee
Ydiai
En 30 nos vamos al estadio ya
Enviado a las 18:36 p.m.

Me quedo un rato más con el teléfono en mano hasta que me llega su respuesta un rato después.

nicco.ribba
Activa ahora.

Estamos peleando con la seguridad bolu
No nos dejan pasar las vallas
Xq tenemos la camiseta

Uh
Bancá ahí voy
Vayan para las vallas q están cerca del estacionamiento

Dale
Visto a las 18:41 p.m.

No la dejan pasar. — le informo a mi amigo suspirando. — ¿Venís conmigo o te quedás acá?

— Voy, voy. — asiento y los dos salimos del estacionamiento para caminar hacia las vallas que están a algunos metros. Ahí diviso a Abel que es bastante alto, pero no veo a Niccó. La gente al vernos grita y canta, nosotros saludamos con la mano y sonrisas hasta que llego donde vi al primo de Niccó.

Cuando estoy cerca de las vallas la veo, me la tapaba el de seguridad y la petiza está plantada al frente de él diciéndole que Julián Álvarez está esperándolos, pero él obviamente no les cree.

— Che, pa, dejalos pasar, están conmigo. — toco el hombro del tipo que me mira sorprendido y asiente. Medio apenado se corre para dejar que Abel y Niccóla pasen, el chico lo hace con los ojos iluminados de ver a Agustín atrás mío, la rubia, en cambio, lo hace puteando al tipo. — Bueno, bajo un cambio que ya 'tas adentro. — le digo divertido. Los cuatro caminamos alejándonos un poco de la gente.

— ¡¿Acaso tengo cara de mentirosa?! — chilla exaltada.

— No, pero todas esas personas que están ahí deben haber tirado la misma de "tal jugador me está esperando". — comenta Agustín divertido.

— Eu, Niccó, sacame una foto con Palavecino, porfa. — Abel, muy en su mundo, le pide a su prima.

Esta suspira sacando su celular de una riñonera que tiene puesta. — Qué pesado sos, te aseguro que ni le preguntaste si quiere...

Ella se posiciona frente a los chicos que posan para la foto, pero yo me quedo viéndola con una sonrisa chiquita en la cara.

PERDAMONO' • Julián ÁlvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora