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18 de marzo, 2021.
Buenos Aires, Argentina.

Niccóla Ribba.

— ¡Hola pa! — saludo emocionada cuando lo veo del otro lado de la pantalla. Mi viejo tiene puesto su ambo color azul, lleva la mascarilla colgada del elástico de la oreja izquierda y tiene unas ojeras increíbles. Suspiro ante lo último.

— Hola, mi amor, ¿cómo estás? ¿Cómo están tus hermanas y tu mamá? — me sonríe, es una sonrisa cansada pero muy sincera, sé que le alegra verme.

— Yo estoy joya, me estoy quedando unos días en lo de Ele y la Joa. - le cuento. — Flor está re bien, feliz porque le dijeron que sí se va a hacer su viaje a Bariloche. — me río por eso y él también lo hace. — Y Lini ahí anda, poco la vi desde que llegué porque rinde un final dentro de nada, de anatomía creo que me dijo.

Mi viejo asiente con una mueca. - Una de las peores materias de la carrera, sin duda.

Lina es mi melliza, vive con Benja, su novio, desde que salimos del secundario. La wacha tiene alto bocho, posta, creo que sacó la inteligencia que me falta a mí. Actualmente estudia Medicina, así que podría decirse que es el mayor orgullo de mis viejos por más que no lo digan, ya que ambos son médicos. Por un lado mi mamá se dedica a la cirugía pediátrica, mi viejo también pero cuando Lini y yo teníamos cuatro decidió unirse a Médicos Sin Fronteras así que también se especializó en Medicina General y en cirugía de trauma, es una especie de Owen Hunt mezclado con Alex Karev, en pocas palabras es un crack. Y nada, Lina se mata estudiando porque quiere terminar lo antes posible la carrera para irse junto a Benja, que también estudia Medicina, a las misiones con mi papá.

— Pasó algo con tu mamá, ¿no? Por algo estás en lo de Ele en vez de estar con Greta. — me conoce tan bien. Greta es la perrita que Flor y yo adoptamos de la calle apenas llegué a Buenos Aires hace un par de meses, y es mi todo, literal.

Hago una mueca. — La verdad sí pasó... — dudo un ratito de si debería llevarle la cabeza con ese problema cuando él está en plena misión en Congo, con problemas mucho más graves.

— Decime, flaqui, distraeme de todo esto. — me pide con una risita.

Sonrío levemente y me acomodo sobre el sillón. — Bueno, el domingo a la noche hicimos hamburgueseada con los mismos de siempre, ¿viste? — mi viejo asiente. Él no vive en Argentina y a varios ni les conoce la cara, pero yo siempre le cuento sobre ellos y nuestras juntadas, tenemos una excelente relación. — Y yo invité a un amigo que nos hicimos con Dani cuando fuimos a Santiago, cuestión que mamá lo vio y empezó a interrogarlo porque no lo conocía, y cuando él le dijo quiénes eran sus viejos a mamá se le cambió la cara y lo corrió de la casa, pa. — mi papá tiene el ceño fruncido mientras escucha. Hago una pausa para suspirar. — Y bue, subí a preguntarle por qué lo corría y empezó a tratarme para el orto, ¡terminó empujándome para que salga de su pieza!

— ¿Quiénes son los padres del pibe?

— Es apellido Álvarez, su mamá creo que Marcela era el nombre, y a su viejo le dicen Pelulo, Potulo o algo así.

— Polulo. — me corrige. Asiento atenta ya que eso quiere decir que sabe quiénes son. Papá se soba las sienes mientras suspira. — Gustavo es el ex de tu mamá de cuando eran adolescentes, parece que fue una relación demasiado tóxica pero por parte de ambos, eh, solo que tu mamá quedó resentidísima y jamás va a admitir que ella también era tóxica.

— El orgullo Favrezzi. — blanqueo mis ojos.

— El mismo. — reconoce mi viejo. — Mirá, hablá con tu tía Gala y contale, tu mamá hacía rato que no tenía esos ataques y lo mejor es frenarlos ya. - recomienda y yo asiento ante todo lo que dice. Él suspira. — Me duele que tengan que pasar por esto solas y...

PERDAMONO' • Julián Álvarezحيث تعيش القصص. اكتشف الآن