12º Corazón

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Poco después de la madrugada, Alice caminaba tranquilamente por los pasillos. Ella había enviado a su escuadrón en una misión y planeaba llevar los informes a Sengoku, sintiéndose aliviada al saber que sus dos soldados heridos se habían recuperado por completo. Complacida y orgullosa de su actuación y la de su escuadrón, sonrió mientras caminaba y repitió en su mente lo que le diría al Almirante. Planeaba resaltar lo orgullosa que estaba de su escuadrón y proponerles una mejora de rango; que ella creía plenamente que era justa. Había visto a sus soldados en acción varias veces y especialmente después del rescate de Rosinante en la ciudad de Juniper, la teniente había notado que su escuadrón se había vuelto aún más dedicado. Ella creyó que era el poder de las palabras del Comandante, y sonrió para sí misma sintiendo que su corazón se aceleraba.

Alice se distrajo con sus pensamientos antes de notar que alguien le tocaba el hombro. Cuando se dio la vuelta, vio que no era otra que Rosinante, vestido con su disfraz de Corazón con maquillaje y abrigo de plumas. Su sonrisa se amplió en el mismo instante en que su corazón dio un vuelco. El rubio sonrió de la misma manera.

- ¡Rosinante ...! - exclamó Alice en voz baja. - No te vi esta mañana, así que pensé que no había regresado hoy ...

Asintió lentamente con la cabeza y su tono fue suave. - Llegué un poco tarde. ¿Estás ocupada?

- Solo voy a hablar con Sengoku sobre estos informes y mi escuadrón.

- Entonces ... ¿Puedo pedirte que te encuentres conmigo en mis habitaciones cuando estés libre? Rosinante sonrió mirándola a los ojos expectante, su rostro ligeramente sonrojado.

Alice asintió rápidamente y le devolvió la sonrisa. Tenía muchas ganas de volver a pasar tiempo con él. - ¡Es claro que si! Estaré ahí pronto.

Luciendo feliz y agradecido, el Comandante quitó su mano del hombro de la Teniente y luego metió la mano dentro de su abrigo haciendo que Alice parpadeara. Observó con asombro cómo él retiraba un racimo de lirios, blancos y rojos, y se lo ofrecía con delicadeza. Rosinante sonreía significativamente mientras esperaba y la teniente aceptó las flores sin palabras. Tragó en silencio, con el rostro completamente rojo, y Rosinante cerró los ojos con suavidad.

- Estaré esperando. Y el Comandante hizo una reverencia, haciendo que las cuerdas de su capucha color burdeos se movieran ligeramente, antes de volverse y dirigirse a sus aposentos. Con su abrigo negro, se veía aún más grande e impresionante mientras caminaba, dejando a Alice todavía aturdida.

La teniente de ojos verdes miró las flores en sus manos, sintiendo su corazón latiendo con fuerza. Sería posible...?

Con una sonrisa llena de afecto, sostuvo gentilmente las flores y se dirigió primero a sus propios aposentos, arreglando un lugar para colocar cuidadosamente los lirios. Alice miró las flores como si fueran lo más precioso que había recibido en su vida, y tocó suavemente los pétalos con un dedo antes de dejar escapar un suspiro y luego salió de su habitación nuevamente, los lirios moviéndose suavemente con la brisa del jardín..

Tan pronto como terminó su reunión con Sengoku dentro de su oficina, feliz de que el Almirante estuviera de acuerdo con sus comentarios sobre su escuadrón, suspiró de nuevo feliz. Alice miró hacia afuera y al sol brillando suavemente detrás de las esponjosas nubes blancas. Ella sintió que ese día sería bueno ... Y ya había comenzado a serlo. Con un aleteo excitado dentro de su pecho, la teniente de blanco comenzó a caminar nuevamente para poder encontrar al Comandante y así hacer su día aún mejor.

...

En la habitación de Rosinante, el rubio parecía nervioso y ansioso. Se las había arreglado para darle las flores, pero ¿ahora qué? Le había pedido a Alice que fuese cuando pudiera, y probablemente estaría allí en cualquier momento ... Lo que significaba que el momento estaba llegando. El Comandante rápidamente sacudió su rostro tratando de componerse, caminando en círculos dentro de su habitación repetidamente, sin siquiera darse cuenta de que estaba tan ansioso que ni siquiera se había puesto un uniforme de la Marina. Aún vestía su abrigo, camisa con corazones, sombrero y maquillaje, absorto nerviosamente en sus pensamientos. Caminaba con pasos rápidos murmurando para sí mismo, diciéndose a sí mismo que debía seguir su guión y todo estaría bien. Independientemente del resultado, le diría a Alice lo que sentía. Había estado tan concentrado en qué decir que también se había olvidado de planear un lugar romántico para hacer su confesión.

𝐒𝐢𝐥𝐞𝐧𝐭 𝐇𝐞𝐚𝐫𝐭 ❘ Cᴏʀᴀᴢóɴ x Rᴇᴀᴅᴇʀ ❘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora