Secretos entre paredes

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Otro día cualquiera, todos en el edificio se sentaron a hablar de cosas acerca de la zona segura y de la manera en que supuestamente iban a encontrar una cura, Mimi presumía sus proyecto mientras argumentaba brevemente sus próximos trabajos en el robot en el que estaba trabajando.

Como era una charla de adultos, los niños empezaron a aburrirse, Zee apoyaba su cabeza con las palmas de su mano mientras que Zuzy estaba dando pataditas a las patas de la mesa.

La pequeña dio un golpe fuerte causando que temblara fuerte la mesa.

- Zuzy, por que no te quedas quieta? - Preguntó su hermana mayor alzando la mirada

- Esta conversación es aburrida - Respondió

- Porque no van a hacer alguna cosa a otra parte, como jugar a las escondidas tal vez? - Propuso Zizzy mirando a sus hermanas

- Es una buena idea! - Exclamó Zee, saltando de la silla y agarrando de la muñeca a Zuzy - Hay que irnos!

- Un momento! - Gritó Player antes de que se alejaran del lugar - No pueden ir solas, ya está oscuro y puede ser peligroso.

Zee arquea los ojos.

- George, por que no vas con ellas? - Dijo Pony mirando fijamente al cerdo.

- Y por que tengo que ir yo? - Reclamó expresando que el si quería estar en la conversación.

- Eres el único que puede ir con ellas, nosotros nos quedaremos hablando aquí mientras tanto.

Todos miran fijamente a George

- Esta bien - Responde George parándose violentamente de la silla - Vamos

Los tres se alejan del lugar del pasillo y buscan un lugar donde empezar el juego, bajan un piso y encuentran un espacio donde comenzar.

- ¿Quién cuenta? - Preguntó George con una cara de cansancio y aburrimiento.

- Yo lo haré! - Participó Zuzy con mucho ánimo y dando saltos de felicidad.

Zee y George empiezan a alejarse mientras Zuzy empieza de contar lentamente de 1 en 1 hasta 10, Los dos iban acompañados y George seguía demasiado aburrido, así que realmente no le importó mucho el asunto del juego.

- Escondámonos aquí! - Dijo Zee mientras tomó la muñeca de George y se escondían detrás de una manta apoyada por dos tablas hacia los lados. La pequeña soltó una risita.

De pronto, se escucharon pasos cerca de lugar en donde estaban. Zee dio un paso atrás para poder esconderse bien y evitar ser vista.

Pero se encontraron con una sorpresa.

- Ah! - Grita la pequeña al caer de espaldas, al parecer esto no era un pequeño lugar cerrado.

- Eh? - George rápidamente giró la mirada hacia donde cayó la cebra.

Este era un lugar que nunca habían visto.

- Estas bien? - Preguntó el cerdo mientras extendía su mano para ayudar a Zee.

- S-si, me duele la espalda - Respondió adolorida mientras su dolor era reflejada por su mirada.

Mientras George ayudaba a la pequeña abrazándola con su brazo, entraron lentamente a aquel lugar, no se podía observar nada, estaba oscuro y no había nada visible, intentaron encontrar un una manera para encender la luz, si es que había un bombillo o una linterna.

George observa un recuadro blanco pegado a la pared con un botón, era el interruptor de la habitación, lo oprime suavemente con una de sus manos.

Cuando la luz se enciende, encuentran varias cosas, entre cajas y papeles y muchas cosas para la casa, como alfombras, lamparas y un sofá viejo.

- Siéntate aquí - le indica George a Zee para que pueda descansar antes de empezar a analizar el contenido del cuarto.

Lentamente George se arrodilla para ver una de las cajas que había allí, habían varias fotos de personas que no conocían, en una de ellas había una pareja de alces abrazada mientras sostenían a su bebé, mientras su hermano posaba a un lado para la foto. 

- Acaso nos han ocultado todo esto? - Se preguntó George en su cabeza al ver el contenido de la caja.

Siguió explorando, cada vez había mas fotos, pero eran de otras personas diferentes y que no tenían nada que ver, en su mayoría al parecer eran niños y adolescentes.

 Luego, encontró una carta escrita a mano, y decidió darle una revisada.

"Señor Wolr"

"Desde el fondo de mi corazón lamento mucho el cierre de su fundación, sé que desde su infancia ha querido ayudar a las personas huérfanas que en voraces situaciones perdieron a su familia, y que es causa de la perdida de la suya, espero que en corto plazo pueda presentarse otra oportunidad similar, le daré un reembolso de los recursos que no se alcanzaron a entregar hasta la última fecha"

George observó la foto de los alces.

"Quiero agradecerle por confiar en nuestro producto, y por tantos años de amistad"

Luego, observó las fotos de los menores que estaban allí.

"Le deseo lo mejor a usted, y a la memoria de su difunta familia"

"- Alfis"

A George le empiezan a salir lagrimas por leer todo, de ver el pasado de donde vivía ahora.

- Que sucede? - Pregunta Zee confundida.

El cerdo respira.

- Estoy bien - Responde secándose sus lagrimas - Solo... me acabo de cortar el dedo.

- Oh, esta bien - Dice la cebra sonriendo con los dientes.

- Creo que ya debemos salir de aquí, pueden encontrarnos, además será imposible que Zuzy nos vea, hay que irnos.

- Pero, la idea del juego no es que no nos encuentren?

George ríe y extiende su mano nuevamente para ayudar a Zee

- Si, pero tampoco que no nos encuentre por 10 años

Zee agarra la mano de George y apagan la luz, los dos salen del lugar.

Cuando salen de la manta que cubría el escondite...

- Ja! - Grita Zuzy cuando los encuentra de cara! - los encontré!

- Oh vaya.. - Dice Zee en modo de queja

- Bien! será que es mejor que regresemos, supongo que la conversación ya habrá terminado.

Los tres regresaron al lugar donde estaba la charla, al parecer ya todos se habían ido nuevamente a sus habitaciones, ellos mismos también lo hicieron.

George escribió 4 preguntas en su diario:

¿Cuántas habitaciones habrán escondidas?

 ¿Cuántas historias estarán difuminadas entre estas paredes?

 ¿Cuántas personas sufren al igual que yo? 

¿Cuándo terminará todo?


Crónicas de la Zona SeguraWhere stories live. Discover now