🌸 . . . 𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 15.5

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—Venimos por la oferta —el albino alzó orgulloso la mano con la cual tomaba con supuesto cariño a la contraria femenina, dicha chica solo sonreía de manera extraña haciendo su mejor esfuerzo en no echarse de cabeza.

           La recepcionista, quien era objeto de su atención, los miró sin mayor preocupación. Inmediatamente sonrió amistosa a sus dos potenciales clientes, quienes a juzgar por las maletas que traían consigo debían estar por partir pronto de la ciudad. Sin más dilación los guio hacia una mesa recientemente aseada. Una vez tomaron asiento en el cómodo mobiliario, procedió a hacerles entrega de un formulario que debían llenar, el cual se trataba sobre su relación.

          Tal como su presentación lo indicaba, daban la impresión de ser una joven pareja a punto de regresar a su hogar en otra ciudad. La hora en la que debían desocupar sus habitaciones había llegado muy temprano en la mañana, el tren que los llevaría de regreso a Tokio salía en un par de horas, y el restaurante a las afueras del hotel tenía una muy tentadora oferta del dos por uno para parejas; en un principio simplemente tomarían el desayuno en el lugar como cualquier otro día, pero Satoru al ver el anuncio del local decidió que sería buena idea hacerse pasar por una pareja. No tenía mucho sentido ya que la escuela cubría los gastos que pudieran tener, no era realmente necesario cazar ofertas a diestra y siniestra; el albino obraba de maneras misteriosas de vez en cuando.

          Gojō apoyó la hoja sobre la superficie de la mesa con una pluma en mano que le había dado la recepcionista.

—¿Cuál es nuestra fecha de aniversario? —preguntó el muchacho leyendo en voz alta el contenido de la encuesta.

—¿Hoy?

—Primero de mayo... —escribió—. ¿Cuánto llevamos de relación?

—¿Cinco minutos?

—De acuerdo, cinco años. ¿Desde cuándo nos conocemos?

—Somos amigos de la infan--

—Muy lenta, ya había respondido esa pregunta —interrumpió sin dirigirle la mirada—. Menciona algo que le guste a tu pareja...

—Uhm... ¡Oh! ¿Tal vez la flor de--?

—Yo.

—¡Hey!

—¿Qué es lo que más te gusta de tu pareja? —siguió leyendo ignorando la queja de la chica; momentáneamente volteó a verla sobre sus lentes, acto seguido escribió su respuesta en la hoja sin dejarle ver lo que ponía.

—¡¿Qué pusiste?! ¡¿Por qué no dices nada ahora?!

—¿Planean contraer matrimonio? —volvió a ignorarle.

—... —la joven se limitó a colorarse en silencio, dejando la respuesta a esa pregunta a juicio de su acompañante.

—Estamos en nuestra luna de miel —esa parecía ser la última pregunta, pues Gojō levantó la mano con la encuesta agitándola en al aire para llamar la atención de uno de los meseros—. ¡Acabamos la encuesta! —dijo en voz alta—. Rápido, haz aparecer unos anillos de boda —habló esta vez en un tono sigiloso para evitar se escuchado por otros clientes.

—¿Pe-Pero acaso no dirán que somos muy jóvenes para estar casados?

—Ellos no tienen por qué meterse en nuestros asuntos personales, y con los anillos disparemos dudas. ¡Hazlo!

—¡Ya voy! —ocultándose lo más posible en su propio asiento hizo aparecer un par de anillos dorados, le dio uno a Satoru y el otro se lo colocó en el dedo anular.

          Justo a tiempo antes de que llegara la mesera, pues al leer las respuestas escritas por Gojō pidió de favor que les enseñara sus anillos de boda; esto era natural, debían asegurarse de que estuvieran diciendo la verdad sin invadir más allá su privacidad, de lo contrario podía llegar cualquier persona fingiendo estar en una relación con su acompañante para sacar provecho de la limitada oferta.

           La mesera se vio satisfecha ante la prueba, y al ser su supuesto aniversario de noviazgo a la par que su luna de miel, se les hizo un descuento aún mayor de casi el setenta porciento sobre la misma oferta; teniendo, por ende, que pagar aún menos, y pudiéndose dar la libertar de ordenar un poco más de lo que se les apeteciera.

           La mesera se vio satisfecha ante la prueba, y al ser su supuesto aniversario de noviazgo a la par que su luna de miel, se les hizo un descuento aún mayor de casi el setenta porciento sobre la misma oferta; teniendo, por ende, que pagar ...

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—No sé cómo regresar cosas... —comentó la chica observando los anillos que había hecho aparecer en la palma de su mano. Ya se encontraban en el tren de regreso a la capital nipona, por lo que era seguro dejar de fingir algo que no eran.

—Pobres abuelitos a los que les quitaste sus anillos de cincuenta años de casados —mencionó Gojō con un leve tono dramático, recargado en su asiento quitado de la pena.

—¡Basta! —respondió elevando su voz ligeramente. La imagen de una frágil anciana buscando preocupada sus anillos por todos lados invadió su mente por un instante—. Me haces sentir culpable. ¡Además, fue tu idea! —le dio un puñetazo en el brazo del cual el albino ni se inmutó.

           Al llegar a Tokio lo primero que haría la joven sería entregarlos a la policía como objetos extraviados. Con suerte los dueños de los anillos vivirían en la metrópolis también, y con un poco más de suerte se les ocurriría buscarlos en la comisaría. 


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dic. 12, 2021

Crystal Petal ──GOJŌ S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora