capítulo 20 un helado? 🍧

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las cosas, las dudas y proyectos que tenía en mente, todo ocupaba un lugar en su cabeza, dejando de lado las cosas inútiles como las relaciones con los  hombres.
al único que adoraba era a wakasa, ya que desde que era una niña este prácticamente la crió como su hermana pequeña, takeomi la había abandonado debido a su ambición y sanzu, bueno, sanzu siempre la negó y siempre actuó como si fuese hijo único.
su única familia la había abandonado, pero bueno, tres alfas en una misma casa era difícil de comprender.
sólo portaba su uniforme para ocasiones que fuesen requeridas.
por lo tanto cuando salía de compras o a realizar algún investigamiento, portaba ropa normal que no llamara mucho la atención aunque claro, siempre la llamaba debido a su cabello semialbino y ojos azules.

en su cabeza ahora estaba el nombre de manjiro sano, desde niña siempre lo quiso enfrentar, siempre lo quiso conocer pero la vida no lo prefirió así, tenía la esperanza de que fuesen muy buenos amigos si se conocían en su niñez u adolescencia, pero nada salió como esperaba  nunca tuvo el placer de tener una conversación o algún motivo el cual verle.
solo cuando tuvo un enfrentamiento con mikey debido a que su propio hermano sanzu la ato de pies y manos por haber encontrado el paradero de bonten.

nunca fue a propósito, senju siempre quiso deshacerse de las personas que vendían drogas a menores de edad, para su mala suerte se topo con su hermano y con mikey el jefe de bonten.
aún recordaba las palabras del albino.

— espero que esta sea la última vez que interfieres conmigo, tienes suerte de ser mujer.... yo no golpeo mujeres —

aun le causaba algo de gracia recordar las palabras de un psicópata a su vista, pero luego de eso sanzu de mala gana la dejó ir.
senju no quería la destrucción de bonten, tampoco asesinar a mikey, sólo quería que se comportarán como buenos hombres, asesinar era aceptable cuando las personas se lo merecían.

había pasado vario tiempo desde que tuvo ese encuentro con mikey.
ella bebía café en una de las mesas que estaban afuera de una tienda, el aire que corría era fresco para ella, llevaba unos shorts y una camisa holgada, su cabello atado con un moño.
aunque fuera adulta, los años no parecían caerle encima.

no sabía ni por dónde empezar, tenía la opción de secuestrar cada laboratorio de mikey pero seguramente terminaría con un tiro en la cabeza por parte de su hermano sanzu.
pero no encontraba otra manera de poder encontrar al albino.
soltó un suspiro y se levantó de aquella silla, tomando el vaso con café  dándose la vuelta para irse del lugar, volvería con wakasa para preguntarle su opinión.
pero el chico distraído que pasaba por allí hizo que se le caera el vaso al suelo, derramandose  todo.



.....






despertar así en las mañanas era como haber recibido el mejor regalo del mundo, con takemichi dormido, aprovechaba la oportunidad de hacerle cualquier cosa al pelinegro.
takemichi dormía y mikey también había dormido encima de él, pero ahora que estaba despierto comenzaba a darle besos por todo el pecho, abrazándolo y apretandolo, causándole cosquillas al pelinegro .

— jeje... mikey.. — dijo entredormido... el albino sonrió acercandose hasta su rostro, dándole un beso ...
— quieres comenzar así el día? —

— es una propuesta? —

— me refería a que me despertarás con un beso — le dijo coqueto.

— yo nunca mencione otra cosa — le sonrió, hundiendo su rostro en el cuello de takemichi, besándolo en esa zona.
— eres travieso.

— yo no te manoseo cuando duermes... — le dijo pasando sus manos por el cuerpo de mikey, llegando hasta la cintura.

— de alguna manera tengo que cobrarme el dolor en mis caderas.

𝕟𝕖𝕔𝕖𝕤𝕚𝕥𝕠 𝕖𝕟𝕔𝕠𝕟𝕥𝕣𝕒𝕣𝕝𝕠 [~𝙪𝙣 b̲e̲b̲é̲ 𝙚𝙣 𝙗𝙤𝙣𝙩𝙚𝙣 ~]Where stories live. Discover now