Celos

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Pareja: Harry alfa! / Draco omega!

¡Advertencia! Un poco de lactancia masculina porque esto es un omegaverse Cx

- Ô -

Su rostro bonito y su perfecta figura, habían sido dos de las cosas de las que había estado orgulloso cuando se presentó como omega. Su cara se había afinado; pómulos altos, nariz respingada, sus labios se volvieron un  poco más gruesos. Los cambios en su cuerpo hicieron que su figura fuera envidiable, con su pequeña cintura, caderas anchas, culo redondo; era perfecto, era el omega más bonito en todo Hogwarts (si se lo preguntaban).

Su belleza combinada con su inteligencia, provocó que consiguiera todo lo que quisiera. Solo necesitaba mover un poco sus caderas y batir sus pestañas y conseguía que cualquier alfa tonto que quisiera meterse en su pantalones hiciera lo que él quería, sin tener que mover un solo dedo.

Así como logró robarse el corazón del "Salvador del Mundo Mágico": Fue gracias a sus encantos, su belleza e increíble personalidad, que logró enamorar a Harry Potter, el hecho que fueran una pareja destinada también influyó un poco, pero la realidad era que él había hecho casi todo el trabajo.

Draco vivía la vida de ensueño, cuando pensó que lo único que aspiraba era una celda fría y sucia en Azkaban llena de dementores, Harry Potter llegó a su vida, como la luz en medio de la oscuridad.

Harry no resultó ser el idiota arrogante con complejo de héroe que pensó que era, en cambio resulto ser el alfa mas lindo, tierno, atento y educado que tuvo la fortuna de conocer.

Su alfa lo amaba con todo y su pasado, con sus defectos y virtudes. Harry cumplía cada uno de sus caprichos, lo cuidaba y protegía (aunque él podía protegerse solo), no lo hacía sentir menos por ser un omega, ni creía que su posición como alfa le daba algún control sobre él.

Su omega se sentía muy feliz cada vez que Harry lo llenaba de feromonas para tranquilizarlo o relajarlo.Y el sexo. ¡Merlin!, el sexo era maravilloso, Harry resulto ser un buen amante, hicieron el amor en lugares que jamas imagino que podian llegar a hacerlo.

Simplemente Harry era maravilloso y todo había mejorado en cuanto quedo en cinta por primera vez.

Pese a su pasado oscuro, su rivalidad y los miles de obstáculos que se presentaron, Harry y Draco lograron construir una relación llena de amor.

Su vida era perfecta. Y luego todo cambió.

Habían pasado cinco meses del nacimiento de Jamie, y Draco no se reconocía. Sabía que su cuerpo cambió mucho durante su embarazo, pero no se había dado cuenta de cuánto hasta que se vio al espejo.

Frente al gran espejo de metal, Draco observaba cada imperfección que tenía a detalle. Ya no quedaba rastro del Draco de 18 años, con la cintura estrecha, el vientre plano, muslos delgados, con el cabello bien peinado y vistiendo ropa que le quedaba como guante en mano; en cambio se encontraba un Draco con una camisa dos tallas más grandes que la suya (de su alfa por supuesto) llena de manchas de papilla para bebé, con bolsas debajo de los ojos, un vientre un poco abultado con algunas estrías, su cabello era desastre, su rostro se había vuelto un poco más suave y su pecho se encontraba adolorido y lleno de leche.

Lo único que Draco conservaba de su cuerpo de 18 años era su marca oscura en brazo izquierdo, como recordatorio de que por más que lo intentara jamás podría cambiar su pasado.

¿Cuándo había cambiado tanto? ¿Cuándo pasó de ser el omega más sexy en toda Inglaterra al omega que tenía frente al espejo? Estaba seguro que su yo mas joven se horrorizaría tan solo con el hecho de verlo usando una camiseta llena de comida de bebé.

OmegacemberWhere stories live. Discover now