¿Por que no nos hemos casado?

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"Nena si tu relacion va para mas de tres años y aun no te ha pedido matrimonio, ahí no es. Creeme que esta esperando a la indicada mientras esta contigo."

Gustabo apago su teléfono despues de leerlo tres veces seguidos, quería no creer en algo tan tonto que una chica de 13 años escribió. Pero lo hizo sentir tocado.

Jamas pensó que a sus 29 años de vida se estaria preguntando eso, ni con Aiden se lo pregunto. No sabia si era material para casarse, nunca le quito el sueño eso, pero ahora habia un pequeño detalle.

Pero esta vez era él quien estaba en una relacion estable de ya casi tres años y medio con su actual novio.

Luego de años de relaciones cortas y sin futuro, estaba enredado en los brazos de un hombre mayor, buenisimo y mas caliente que el mismo infierno, con esos brazos, esos labios, esa mirada tan deseosa...

Sintio un escalofrio junto con una corriente eléctrica en toda su espalda hasta su nuca...

Dios, otra vez estaba divagando.

Pero si algo habia de cierto, es que Jack jamás hablo o menciono algo de proponerle matrimonio o de sentar cabeza.

-Y si no soy potencial para esposo – susurro, moriendo su labio con nerviosismo.

Ahora esa duda carcomia su mente.

¿Y si tenia razón? Y por eso Jack no le pedia matrimonio.

La puerta de cerro, entrado Jack con su típico look de Superintendente. Dejo sus llaves y su pistolera en la mesa de la entrada. Estaba agotado. Arrastro sus pies hasta Gustabo, quien estaba en silencio con dudas carcomiendo su cabeza, ni siquiera se percato de su llegada.

-Un dólar por tus pensamientos – sonrio Jack dándole un casto beso en la boca al rubio.

Gustabo parpadeo sonriendo forzadamente mirando como Jack se acomodaba en sus piernas, recostando su cabeza entre ellas mientras estiraba su cuerpo en el sofa.

-Michelle me esta explotando, sabe que me retiro en tres meses y me quiere explotar a nivel infernal. Estoy pensando seriamente en renunciar ahora e irme a la antartida – bromeo cerrando los ojos sintiendo las caricias que Gustabo le daba en la cabeza haciendo que se relajara, pero los freno de inmediato al escuchar eso.

"Renunciar e irse a la antartida..." pensó.

Jack estaba hablando de manera individual. Solo él. Sin él, un rubio manipulador de perfecto culo. Solo Jack sin él, sin el hombre con material para CASARSE.

Sacuido la cabeza sintiéndose tonto, estaba pensando de mas... ¿Verdad?

-Asi que prefieres casarte con un pingüino antes que conmigo ¿verdad?

Solto sin remdio, Jack estuvo por echarse a reir por no ser el tono serio en que el rubio se lo dijo y el ceño fruncido también.

Eso se estaba poniendo raro, Jack se levanto y miro a Gustabo, tratando de deducir que le pasaba. Que, por la mirada del rubio parecía que quería apuñalarle al mismísimo estilo de Pogo.

-¿Estas bien?

- No se – se levanto dejandolo mas confundido. Se fue a la cocina donde comenzó a sacar un poco de tocino y jamon para hacerse un emparedado.

Jack lo siguió, debia cuidar lo que decía, en la cocina habia muchas cosas filosas...

-Amor ¿Qué ocurre?

- Ya dije que estoy bien Jack – solto sin mas.

Jack se rasco la nuca nervioso, se acerco a él y con cuidado puso su mano sobre la del rubio dando suaves caricias.

-Gustabo, cariño ¿Qué pasa?

- ¿Te casarías conmigo? – solto de nuevo, sin medirse y mirando a Jack, quería saber su reacción.

- ¿Eso te tiene tan angustiado? – sonrio divertido, borrando de inmediato esa sonrisa al ver la fulminante mirada del rubio – Amor, te amo – se acerco aun mas – Y si, me casaria contigo sin dudarlo.

- ¿Entonces porque no nos hemos casado? – suspiro relajándose un poco – El internet dice que si una relacion lleva tres años y no te ha propuesto matrimonio, es porque espera a la indicado estando contigo.

- Esa es una estupidez Gustabo, eres el indicado – le sonrio acariciando su mejilla – Jamas has hecho caso a esas estupideces cariño ¿Qué paso ahora?

- Le di muchas vueltas y todo encajaba conmigo – hizo un puchero.

- Pues solo para confirmar, me quiero casar contigo solo si tú aceptas – le sonrio – No quería decirlo, pero planeaba hacer algo en el retiro y ahí pedírtelo – lo miro tiernamente, admirado del brillo que tenia ahora mismo el rubio – Pero dadas las circunstancias – solto una risita y se puso de rodillas, tomando sus manos – Gustabo Garcia ¿te casarias conmigo?

- Claro que si – sonrio el rubio, jalándolo para besarlo tiernamente.

El beso subio de intensidad, sus lenguas se encontraron, Jack subio a Gustabo sobre la mesa, mentiendose entre sus piernas. Masajeando su culo a su antojo, mientras Gustabo soltaba un gemido.

La ropa comenzo a estorbar, Gustabo abrió la camisa de su novio dándose el lujo de besar su cuello y bajar a su pecho, dando algunas mordidas suaves. Jack sonrio, jadeando, gozando de las caricias del rubio.

Tomandolo bruscamente entre sus brazos, lo cargo llevandolo a su cama. Abrio sus piernas, sacándole su playera, comenzando a dejar un rastro de besos desde el cuello hasta su abdomen, miro al rubio quien estaba ardiendo y deseaba mas.

Le saco el pantalón dejandolo desnudo, se levanto de la cama y se termino de desnudar, tomo un condon y saco el lubricante.

Con sus dedos lubrico su entrada, mirando al rubio comenzar a mover sus caderas y a gemir, Jack lubrico su pene y volvió a posicionarse entre sus piernas. Entrando poco a poco dentro de él.

Los dos gimieron al estar unidos, comenzó a moverse poco a poco, Gustabo comenzó a gemir mientras se aferraba a la espalda del mayor.

-Abre los ojos – ordeno Jack – Quiero verte mientras te hago mio.

Gustabo obedecio, abriendo los ojos para mirarle.

La excitación y adrenalina que sentia con los ojos cerrados no era comparado a mirarle a los ojos. Ver como todo su cuerpo respondia de manera distinta, el éxtasis, la lujuria y la mirada ardiente de Jack. Le hacían sentir mariposas en el estomago.

-Jack – gimio sintiendo como aumentaba sus embestidas.

- Te amo – susurro a su oído, antes de lamer su cuello. Gustabo enredo sus dedos en el cabello del mayor, sus pies se clavaron en el culo de Gustabo.

- Te amo Jack – gimio fuerte.

El obsceno sonido sonido de sus cuerpos con cada embestida, los gemidos de ambos. Era tanta la fuerza que la cama comenzó a rechinar, seguido de un golpeteo de la cama con la pared.

El orgasmo estaba cerca, sus cuerpos lo sentían y ninguno se detuvo. Se miraron y se besaron justo antes de explotar en el placer y satisfacción sexual.

Tardaron pocos minutos en recuperarse, Jack salió de Gustabo, se quito el condon tirándolo en la basura. Acerco al rubio a su pecho y se quedaron un rato asi.

-Te amo Jack – susurro Gustabo.

- Tambien te amo Gustabin – le dio un beso en la cabeza, poco despues escucho la respiración pesada del rubio.

Lo abrazo y se quedo dormido junto a él.

Disparates IntenaboWhere stories live. Discover now