— Entonces te vere en una semana – dijo Segis – Si requieres algo para tu celo, llama y te lo llevare.
— Descuida mañana temprano iré por mis provisiones y me encerrare en casa a ver Harry Potter.
— Perfecto, cuídate guapo.
Gustabo le sonrió y salió del lugar donde era la sede, la mafia sexy había crecido demasiado en tan poco tiempo, incluso tenían tratos con The Union y se le enorgullecía, pero le jodia bastante abstenerse una semana por su maldito celo y sobre todo porque a veces se le adelantaba y jodia muchas cosas. AL menos ahora no había anda importante y el robo a banco lo pospondrían hasta que él regresara.
Presiono el botón 7 del piso donde vivía y espero a que el ascensor bajara, a veces pensaba en cambiarse de edificio no solo porque esta muy retirado del centro y tiene que viajar en su auto por todo lo que necesita para su celo, sino porque el maldito jefe de policías vivía en ese edificio, al menos solo lo sabia por el casero y porque su buzón estaba junto al suyo con las iniciales J. Conway. Un mafioso y un policía viviendo en el mismo edifico es como querer ser arrestado por la cara.
Cuando llego a su piso, dejo sus cosas y tomo un vaso de agua fría, se acerco a su calendario y vio que efectivamente el celo era en tres días, pero comenzaba a sentirse raro y su aroma era más dulce de lo normal, por lo que era mejor abstenerse unos días porque lo mas probable era que su celo se haya adelantado.
Se dio una larga ducha y se fue a dormir, mañana tendría que salir por provisiones y supresores para no llamar la atención de alfas idiotas que vivían en su edificio.
Un par de horas después escucho que la puerta del departamento del piso de abajo se cerraba con fuerza, lo que indicaba que Conway había llegado a casa, suspiro y se acomodo mejor en su cama para conciliar el sueño.
[…]
— ¿Estas bien? – pregunto Michelle.
— Creo que mi celo está llegando – suspiro.
— ¿Qué no controlas lo que te pasa?
— Tengo cosas más importantes como para fijarme en cuando mi celo llega – Michelle lo olfateo - ¿Qué haces loca?
— Ya apestas – suspiro – Tu jodido aroma a vino tinto ya me esta llegando a los labios. Será mejor que te vayas, compra supresores o pajeate toda la noche, pero no quiero verte aquí en tres días hasta que el celo paso.
— Pero…
— Nada de peros, vete.
— Hija de perra – susurro.
Jack refunfuño y se levanto para irse. Estaban en una reunión analizando el caso de la mafia sexy y su relación con The Union pero su jodido celo debía arruinar todo. Subió a su auto y condujo hasta su edificio. Antes de irse, tomo un supresor que tenía en su auto para poder sentirse mejor. Estaba llegando más temprano de lo normal por lo que hasta al guardia le sorprendió verlo. Cuando entro al ascensor vio que había un rubio de pie frete a este.
El rubio se giró a verlo, frunció el ceño, mirándolo de arriba abajo y volvió su mirada a la puerta del ascensor, Jack solo suspiro y no le presto atención. El ascensor llego, Gustabo presiono el piso 7 y Jack el piso 6.
Las puertas se cerraron, Gustabo se recargo en la pared y espero a que subiera el lento y viejo ascensor, cuando comenzó a sentir que el aroma de Conway era fuerte, relamio sus labios sintiendo el sabor a vino que dejaba. Jack comenzó a oler que el aroma a mazana dulce, miro de reojo y vio que era el rubio. Podía sentir en su interior salir al lobo interno que quería irse sobre el omega, pero se resistió. Gustabo paso una mano por su cuello, sintió como ambos aromas se habían combinado, jadeo involuntariamente, Jack se recargo en la pared y lo vio.
