Sept

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Jugueteaba con sus manos mientras esperaba la comida, existía un silencio presente, cómodo y que a ambos no les molestaba, pero que a Draco solo lograba poner más nervioso.

—Y... ¿Cómo va tu tatuaje? — Se golpeó mentalmente, ahora Harry debía creer que eso era de lo único que sabía hablar.

—Bien, no he tenido problemas, Cedric hizo todo a la perfección y he seguido tus indicaciones, cicatrizó y ahora está normal— Dice el chico bonito, jugando con el borde de su vaso. —¿Todos tus tatuajes tienen significados?

—Pues... La gran mayoría, hay algunos que no tienen sentido, pero he tratado que detrás de todos, exista una historia que contar.

—Me gustaría escuchar cada una de esas historias— Le sonríe y puede ver sus esmeraldas iluminarse.

Tierno.

Llegó la comida, ambos habían pedido pasta, el menor ordenó un spaghetti con salsa blanca y carne, mientras que, por su parte, pidió un fetuccini con salsa roja. Algo sencillo, pero gratamente gusto de ambos.

—Pues, este— Señala el dorso de su mano, en el cual estaba dibujado meticulosamente la cabeza de un dragón, que su cola se ubicaba a lo largo de su brazo. —Lo hice luego de abrir mi tienda, en ese entonces esta era la única área limpia de mis partes visibles, decidí hacerlo por todo lo que pasa, peleas en casa, contradicciones, me juzgaban, rechazo social, todo eso se concentra en ese dragón... Que me recuerda día a día, el largo camino que recorrí para poder ser independiente, eso representa su extensa cola.

—Asombroso... Los tatuajes te quedan muy bien, hay personas que por más que le gusten, nunca logran verse bien, pero no es tu caso, es como tu toque tenerlos— Dice mientras comienzan a comer.

No sabía cómo sentirse, quería tirar la mesa a algún lugar del restaurante, tomar a Harry y secuestrarlo en su departamento, para nunca dejarlo salir. Aunque como nada de ello podía hacerlo, optó por soltar una pequeña risa y sentirse halagado.

—Aparte, me asombró que supieras el significado de aquella flor.

—Oh, bueno... Sé un poco, en realidad, nada, quizá sé lo básico para no cometer un error si le regalo flores a alguien— Nervioso, lleva una de sus manos a su nuca, pero en el gesto, sin querer derramó su vaso de agua. —Oh, oh, oh, l-lo siento mucho.

Mientras el mesero llegaba a ayudarle, ya que el agua comenzaba a expandirse por todo el mantel, escuchaba la melodiosa risa del más joven, quien tapaba su rostro con sus delicadas manos, mientras que sus ojos se hacían acto aquellas adorables arruguitas a los costados de las hermosas esmeraldas.

Dándole un agradecimiento al camarero, luego que les cambiara de mesa y le sirviera más agua, se sentó avergonzado frente a Harry.

—Lo siento, por poco y te tiro agua encima— Tímido, inclina un poco su cabeza en forma de disculpa, así luego encontrándose con una gran sonrisa de su chico bonito.

—Descuida, Draco, fue divertido— Baja su vista a su plato, para poder retomar su comida. —¿En qué estábamos?... ¡Ah, sí! Entonces, ¿Cuál es su flor favorita?

Realmente, su chico bonito era el hombre más perfecto del mundo, cualquier otra persona se habría enojado y quizá, hasta ahí hubiese llegado la comida juntos, pero Harry optó por reírse y tomarlo con humor, aligerando el ambiente, en vez de hacerlo denso y cortante.

—¿Draco? ¿Sucede algo?

—Y-yo, no, nada, sólo estaba pensando— Sacude su cabeza para volver a retomar sus pensamientos. —Pues, me gusta mucho el tulipán, es una bella flor primaveral, puede que sea cliché, pero es estéticamente bella.

Entre flores y tatuajes [Drarry]Where stories live. Discover now