Persecución

408 49 21
                                    

-Hay algo que debo contarles... -dije.

Genya y Zenitsu me miraron con duda. Hubo en silencio que me incitó a continuar.

-El día que me vinieron a visitar, mi "habilidad" se activó.

Genya frunció el ceño mientras que el rubio me vió con un poco de miedo.

-Fue minutos antes de que llegaras -mencioné, señalando a mi amigo alto-. Escuché una voz que buscaba algo... o alguien.

Proseguí.

-También logré oír como abrían puertas de habitaciones que se acercaban a la mía, por suerte la doctora Tamayo llegó, asustando al hombre.

-Maldita sea -maldijo Zenitsu.

-Lo sé.

-¡D-deberíamos ir con la policía!

-No tenemos pruebas, solo a un niño que escuchó algo después de despertar de su coma -murmuró Genya.

Discutimos un rato qué es lo que teníamos que hacer, hasta que algo nos interrumpió.

Ese pájaro era amarillo, ¿verdad? ¿O era azúl...? Mira, una mariposa...

-¡Escondanse!

Inmediatamente me hicieron caso y nos ocultamos detrás de unos arbustos del lugar.

Observamos cómo Tokito caminaba tranquilamente por dónde habíamos estado hacía unos segundos.

-Uf, sólo era él...

Esperamos a que el chico siguiera su camino antes de salir.

-¿Qué tal si mejor hablamos de esto después de la escuela? -preguntó Genya.

Estuvimos de acuerdo y fuimos al salón antes de que acabara el receso.

Al llegar, escuché una multitud en mi cerebro.

-Eh, ¿estás bien?

Asentí.

-Aún me estoy acostumbrando, lo siento.

Genya me dió una palmada en la espalda y nos sentamos en nuestros lugares.

-¡¿Dónde carajo estuvieron?! ¡Los busqué todo el recreo! -nos gritó Inosuke

Pensé rápido en una excusa.

-Zenitsu y Genya me acompañaron a ir con el enfermero porque me sentía un poco mal, lo sentimos.

-¿Era necesario que te acompañarán los dos...? -intervino Aoi.

No supe que responder, afortunadamente Zenitsu me salvó.

-E-es que le pedí ayuda a Genya.

Tanto Inosuke como Aoi nos vieron con los ojos entrecerrados.

-¿Todo bien, Tanjiro? -preguntó en voz baja Kanao.

Me asusté un poco y sonrojado, respondí:

-S-sí, no te preocupes.

Ja, había olvidado lo gracioso que era ver a Tanjiro enamorado.

El Telépata Where stories live. Discover now