Elliot, Ezra, Evan, Eros y Ethan Berrycloth son los hermanos más deseados, tanto por su fortuna como por su belleza, ya que parecen tallados por los mismísimos dioses con sus caras angelicales y cuerpos tatuados.
Pero lo que tienen en belleza tambi...
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GINA.
El sonido que emite la campanilla sobre la puerta anuncia nuestra llegada a la cafetería, las miradas de las personas que están dentro del local se posan en nosotros seis pero también noto que algunas miradas se fijan en mí por estar de la mano con Elliot, obviamente esto es chisme fresco para un lugar como este donde al parecer carece de sucesos interesantes y aquí estoy yo, la nueva habitante que llegó hace unos días entrando con los cinco hermanos más hermosos y peligrosos que hay en este pueblo.
¡Vaya que les estamos dando de que hablar a esta gente, tienen entretenimiento por un buen rato!
Caminamos hasta el lugar donde estaremos pero cuando llegamos allí me percato que es la misma mesa en la que vi a Evan por primera vez, sonrío ante el recuerdo.
-¿A qué se debe esa sonrisa nena?- Me pregunta mi rubio.
-Recordaba la primera vez que te vi aquí sentado en esta mesa- Le comento y me acerco a su oído para susurrarle algo que solo él pueda escuchar -también recordaba como habías logrado que mi coño se humedezca con solo darme una sonrisa-
-Nena, te advierto que si me dices algo más así me importará una mierda que estemos en la maldita cafetería, te inclinaré sobre la mesa mientras te doy la follada más dura de tu vida sin dejar de azotar tu hermoso culo.- Susurra a mi oído logando que mi piel se erice.
-Maldita sea Evan ahora estoy caliente.- Le susurro un poco alto y al parecer no solo el rubio me escuchó sino que sus hermanos también porque se voltean a mirarme como si tuvieran la misma intención que Evan.
Elliot me toma de la cintura para guiarme a mi asiento que se encuentra junto al suyo y habla en voz baja para que solo oigamos los que ocupamos la mesa -Pequeña quiero que comprendas que si vuelves a decir algo así los cinco te follaremos en medio de la cafetería-
-Es una idea tentadora...- Comento con una sonrisa maliciosa.
Antes de que alguno de mis chicos hable Will se acerca.
-Gi ¿Cómo estas? Te estuve llamando ayer- Me habla ignorando a mis novios, su mirada se dirige a mi pie lesionado -¿Qué te sucedió?- pregunta con preocupación.
-Tranquilo Will estoy bien, me esguince haciendo deporte en el bosque, ya estoy mejor y por eso vine por mi amada malteada- Lo tranquilizo.
-Claro, ya no tienes interés en mí y solo te interesas por mis maravillosas malteadas- Me dice dramáticamente.
-¡Oye idiota! Claro que me interesas eres mi único amigo- Le respondo sonriendo y de reojo veo a mis cinco acompañantes están matando con sus miradas a mi amigo el cual los ignora olímpicamente.
-¿Desde cuándo te has vuelto una cursi?- Me dice burlándose.
