Novia por contrato (Kara Gip)

"Ama como si nunca fueran a herirte, pero ama"

Clínica de Ciudad Nacional

- Kara... Kara... Kara - dijo una Lena algo asustada mientras volvía a remover a la rubia para que despertara, Kara estaba tendida en una cama al interior en una de las habitaciones de la clínica. Después del desmayo había sido traslada por unos paramédicos a pedido de la doctora Snow - Kara... mi amor... despierta... por favor... - insistió Lena, la ojiverde comenzaba a preocuparse cada vez más al ver que desde hace una hora la rubia no despertaba

- ¡Dos Bebes! - grito de pronto Kara sentándose

- Kara... - dijo Lena mirándola atónita

- Dos bebes Len... - dijo la rubia desviando su mirada a la ojiverde

- Que bueno que estas bien... - dijo Lena suspirando en alivio, Kara se abalanzo tomándola de ambas mejillas

- ¿Son dos bebes, cierto? - le pregunto, Lena se sonrojo ante su efusividad - me lo repites por favor... por favor Len... - pidió Kara con una sonrisa resplandeciente, Lena sonrió, noto brillo en sus ojos

- Si mi amor, son dos bebes... - afirmo, Kara mostro una gran sonrisa para luego darle varios besos por el rostro, Lena sonreía

- Los cuidare...siempre... los amo... los amo...los amo... - dijo Kara mientras seguía besándola, bajo hacia su vientre colocando ambas manos - jamás pensé sentir un amor así... y ahora no podría vivir sin ustedes... sé que pronto los vere... pero quiero que sepan que desde ya los amo... - dijo mientras algunas lágrimas silenciosas llenaban sus ojos, desvió la mirada a la ojiverde y Lena lo noto, comenzo a derramar algunas también - te amo Len, eres el amor de mi vida... - dijo Kara mientras las lágrimas inundaban su rostro, Lena sonrió en respuesta, ella también sollozaba. Kara se acercó mirándola con fijación y la tomo de una mejilla para rozar sus labios con los de ella depositando todo el amor posible que estuviera sintiendo su corazón en ese momento, suspirando en ello, agradeciendo haberse cruzado con aquella dueña de ojos esmeralda que le estaba dando una familia ahora mientras una mano volvía a descender hacia el vientre de esa misma mujer, Lena se sonrojo un poco pero atino a sonreír en su boca, su corazón le latía a mil, sus emociones eran demasiadas pero que feliz se sentía; y de esa manera se mantuvieron en aquel beso por unos minutos más y luego se abrazaron quedándose tanto como les fuera posible, estaban comenzando una nueva etapa en su vida, nunca planearon conocerse, nunca pensaron que tras el primer cruce de miradas su destino ya estuviera escrito, no pensaron siquiera que el amor estuviera de su lado pero ahora estaban agradecidas con lo que sea que hubiese permitido que ocurriera, que se conocieran, que se enamoraran, que se comprometieran, que tuvieran un bebe, no, no, no uno, dos bebes, y que tuvieran una familia, si, una familia.

Departamento de Kara

Sin ninguna alteración de por medio, sin problemas realmente serios o discusiones que fueran preocupantes fueron pasando los días, y tanto Kara y Lena se sentían más enamoradas que nunca además de felices por sus bebés que según palabras de la propia doctora estaban mejor que nunca. Unos días atrás a pedido e insistencia de Kara Lena ya se había mudado con ella, quien apenas dio esta sugerencia dio un sinfín de razones para que la ojiverde aceptara mudarse con ella, "Len estas embarazada de dos bebes... necesitas de mi", fue una de ellas, "Len ya sé que tú eres fuerte, que puedes sola, no quise decir eso, no te molestes, Len... yo solo quiero mimarte", fue otra cuando la ojiverde frunció el ceño al pensar que las palabras de la rubia estaban dándose en otro contexto, "Len ya no puedo vivir sin ti en casa, por favor, ven a vivir conmigo... solo faltan 28 días para que nos casemos... por favor... juro que haré todo lo que tú quieras", fue otro al que Lena arqueo una ceja sonriendo de madera sugerente, "Claro que podre con todo lo que pidas Len, te lo prometo, sea de día, de tarde, de noche o de madrugada, tu solo pides lo que quieras, y yo lo conseguiré, o dejo de llamarme Kara Danvers si no lo cumplo, claro que si" fue uno de los últimos, al que Lena sonrió sonoramente por el tono en que lo dijo la rubia y por el puchero que aprecio tras esa promesa.