Capítulo XII

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"Alucinaciones hipnagógicas"

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Alucinaciones hipnagógicas: pseudoalucinaciones que pueden ser auditivas, visuales o táctiles y que se producen en el tránsito de la vigilia al sueño profundo.

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El Presente

Mordisqueo la uña de mi dedo pulgar mientras observo a Lucien hacer ejercicio. Niego con la cabeza, apartando mi mano y me levanto de la silla para caminar al balcón y tener una mejor vista del bosque, así también para aclarar mis pensamientos.

Sonrío relajada por la vista y mi cuerpo entero se emociona al observar que las hojas de los árboles cercanos a la casa están cambiando a un color anaranjado suave. Incluso la temperatura comienza a descender, no la temperatura letal del invierno. No, esta es la temperatura perfecta para un amante del clima helado como yo.

Cuando bajo la vista para averiguar si las hojas ya han comenzado a caer, dejo salir un leve quejido al ver a Aren. Hay pocas hojas en el suelo, así que él no se molesta en hacer rápido su trabajo, más bien parece perdido en sus pensamientos.

Me sonrojo un poco al recordar los eventos de hace unas semanas y niego con la cabeza para centrarme en el presente. Me doy la vuelta para obligarme a alejar la vista de él y abro los ojos al ser atrapada por mi esposo viendo a Aren.

-¿Terminaste?-pregunto con una sonrisa, fingiendo estar relajada y como si no hubiera hecho nada malo. Lucien se acerca a mi, pero en lugar de abrazarme, se reclina para observar debajo de nosotros. Su expresión cambia un poco al comprender que veía a uno de sus empleados, y sé que su cerebro está trabajando para comprender la razón. Mi corazón comienza a latir con fuerza cuando su vista se mantiene en Aren, casi como un depredador, y alzo mi mano para tocar su hombro. Su vista se dirige a mí y casi retrocedo al ver sus ojos llenos de amargura, pero parpadea y eso desaparece con rapidez, casi como si lo hubiera imaginado.

-Terminé-afirma, asintiendo con la cabeza y suelto una pequeña risa aliviada de que su atención esté de nuevo en mí-¿Quieres ver una película?-pregunta mientras camina hacia las sillas en donde estaba sentada y toma su toalla para secar el sudor de su rostro.

Muerdo mi labio inferior, dándome cuenta de su distancia hacia mi. Ni siquiera puede verme a los ojos ¿Qué tanto reveló mi rostro cuando estuve observando a Aren? No puedo ser tan transparente.

-Me gustaría-asiento con la cabeza aunque el no me este viendo a mí-Aunque sería lindo tener la experiencia completa, podríamos ir al cine y...-me sobresalto cuando él azota la mesa con su mano y bota una de las sillas al suelo.

-¿¡Por qué es tan difícil de entender!?-grita caminando hacia mí y agarrándome por los hombros. En cuanto siento sus manos grandes y heladas sobre mi, cierro los ojos y dejo salir un grito ahogado esperando un golpe que nunca llega.

Cuando abro los ojos, estoy en otro lugar y en completa oscuridad. Sé que no estoy sola por las manos heladas en mis hombros que me arrinconan contra una pared y por su aliento irregular, agitado por el forcejeo.

-¿Por qué es tan difícil de entender?-susurra él con ira mientras presiona aún más su cuerpo contra mi.

-¡Dahlia!-abro los ojos nuevamente y llevo una de mis manos a mi garganta adolorida. He estado gritando todo este tiempo. Lucien me observa con preocupación y sus manos ya no están aferradas a mis hombros, ahora sus brazos me rodean en un fuerte y calido abrazo-¿Qué sucede amor?-susurra, aliviado de que haya regresado al presente. Niego con la cabeza y frunzo el ceño confundida ¿Cómo alguien puede apagar tan rápido sus emociones? Hace unos momentos estaba furioso conmigo. Lo aparto de mi y camino de regreso a nuestra habitación, azotando la puerta y colocando el seguro para que no pueda entrar.

Reminiscencia©Where stories live. Discover now