Capítulo X

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"Vainilla"

El dolor en mi cabeza es profundo, mis manos caen pesadas a los lados de mi cuerpo, no puedo llevarlas a mi cabeza pero lo siento, sé que tengo una herida muy grave. Siento la sangre escurrir por mi sien pero no soy lo suficientemente fuerte para alcanzar la herida.

Al mover mi cabeza hacia un lado, un leve mareo me invade y las náuseas regresan ¿Cuanto tiempo he estado aquí? Parece una eternidad por todo el sufrimiento que he pasado ¿Mis padres me seguirán buscando?... ¿Mis padres?

Levanto la cabeza y de repente ya no estoy en el suelo, mi cabeza no duele y puedo mover mi cuerpo con libertad.

Presente

Suelto un quejido dándome la vuelta en la cama al sentir un empujón en mi hombro. Intento ignorar el toque pero la molestia sigue de manera constante. Abro los ojos lentamente, sintiendo los párpados sumamente pesados ¿Qué hora es? Suelto un suspiro levantando mi cuerpo y llevo una mano a mi cabello desordenado.

-Vaya, finalmente-me tenso al escuchar la voz y cierro los ojos ¿Qué está haciendo en mi habitación?

Abro los ojos y volteo hacia la voz, Aren me observa con diversión. El viste unos pantalones viejos y rotos, una camiseta blanca y su cabello está desordenado como siempre. Sus ojos lucen más brillantes de lo usual, debe ser porque luce muy bien en color blanco.

-¿Qué...haces aquí? ¿Qué hora es?-veo desorientada hacia la ventana y entrecierro los ojos por el sol ¿Cuánto tiempo he estado dormida?

-Son casi las once-Aren se sienta a mi lado. Me sonrojo, consciente del desastre en el que duermo y en el que despierto. Mi cabello debe parecer un nido de pájaros y mi aliento... ¡Oh, mierda, mi aliento!

Me levanto abruptamente de la cama y corro hacia el baño, tropezando con mis propios pies. Coloco mis manos a ambos lados del lavamanos y frunzo el ceño al ver mi rostro. Luzco tan demacrada que parece como si no hubiera dormido nada, las ojeras debajo de mis ojos lucen peor por la palidez de mi piel. Mi cabello acaramelado tampoco ayuda, luce como si una pareja de ardillas tuvo una pelea sobre el. Suelto un suspiro y lavo mi cara y dientes con rapidez. Peino mi cabello con mis dedos y lo amarro con el cinta elástica en mi muñeca.

Cuando salgo del baño, alzo ambas cejas al ver a Aren acostado. Sus ojos se mantienen cerrados, presumiendome sus largas pestañas. Sus brazos estirados hacia arriba sostienen su cabeza como almohada, estirando su camiseta y dejándome ver parte de su abdomen trabajado y sus boxers negros.

Me aclaro la garganta, ignorando la calidez de mis mejillas y Aren abre uno de sus ojos. Suelta una suspiro y se sienta en la cama.

-Tardaste un mundo-murmura observandome, sus ojos se dirigen con rapidez a los míos pero ahogo una risa al saber que me estaba chequeando en mi pequeño camisón de pijama-¿Haremos esto o no?

-Si, lo siento. No se porqué me quede dormida. De hecho, mi plan era revisar el maletín de Lucien mientras dormía pero me sentí cansada de repente y ni siquiera me di cuneta cuando me dormí. Caí rendida y no puedo creer que haya dormido todo este tiempo, suelo levantarme muy temprano-Aren asiente con el ceño fruncido y luego camina hacia el closet de Lucien, abriendo la puerta.

-Creo que es inútil-hablo mientras lo sigo-Estuve casi dos horas buscando entre sus cosas y no encontré nada interesante, ninguna pista, deberíamos buscar en otro lado de la casa-Aren me observa de reojo pero luego me ignora mientras se agacha viendo los zapatos, o más bien, la pared donde estos se encuentran. Toca la pared con su puño en diferentes lugares y luego se levanta-¿Qué haces?

Reminiscencia©Where stories live. Discover now