ONE

350 23 8
                                    


Hola chicos, perdón por no avisarles que editaría esta historia, la verdad fue de imprevisto. Pero descuiden, solo le he arreglado la ortografía y algunos que otros párrafos y dialogó.

Sigue siendo la misma drama y todo. Ahora si, disfruten de la lectura.

...

Georgia, ese era mi nombre.

La chica que no era suficiente para nadie y extrañamente incapaz de esforzarse por ello.

No me gustan los colores además de los oscuros, no me gusta socializar con cualquier persona, no me gusta que me toquen, no me nada y eso siempre me molesta.

Tengo un gato negro llamado Horus, es igual a mi de tranquilo, es como yo pero si fuese un gato. Ahora mismo me encontraba con el en brazos mientras nos dirigimos a Boston, allí se encontraba nuestro nuevo comienzo y hogar.

Luego de un largo viaje mi padre suspiro alegré y miro a mi madre.

—Ya llegamos —bajo del auto y yo lo hice después de el con Horus en brazos.

El lugar era enorme como espere. Estába ubicada en una residencia muy elegante y limpia.

—¿Qué te parece Georgia? —pregunto mi madre entusiasmada.

—Esta bien —sin más entré a casa y era mucho mejor, todo era de blanco, más la cocina que tenía los electrodomésticos negros y algunos detalles que eran encantador.

Horus bajó inmediatamente y se sacudió, demostrando que le fastidia el mundo como siempre.

Rápido subí a mi habitación, que según mi madre era en el último pasillo subiendo la escaleras, al llegar que se suponía que era quise creer que me equivoque de lugar.

Era una habitación completamente rosa, justo tenía que ser rosa.

—¿Y qué te parece la habitación? creo que —Mi madre se quedó en silencio al ver la habitación —. Joder, les dijimos que teníamos una niña y lo pintaron de rosa.

—Tal vez el problema es que siempre dices que soy una niña, cuando tengo ya dieciocho años, mamá —estaba molesta, pero no es como que me sorprenda que esto sucediera.

—Eso no es nada Georgia, podemos pintarla después —yo me negué inmediatamente.

—No quiero dormir aquí. Me voy a la de huéspedes.

—¿Enserio vas a dormir en una habitación que no esta pintada y además de húmeda, solo porque tu habitación es rosa?

—imaginate dormir con tu pesadilla, imposible dormir así, mi habitación es para sentirme cómoda y no me voy a sentir cómoda con las paredes rosas.

—Mañana iremos al psicólogo de urgencia —bromeó. Yo reí con ironía y me termine yendo de aquel lugar.

Enserio que horror.

Pongo las maletas en la esquina de la habitación. La casa ya esta amueblada, porque mis padres decidieron comprarla así.

Nos mudamos en este lugar porque a mis padres le ofrecieron una mejor oferta de trabajo, ya que ellos son abogados.

Ellos se conocieron en la secundaria, se interesaron en la misma carrera universitaria y luego se mudaron a la ciudad juntos.

Horus se sube a la cama y yo lo acarició. —tu tampoco te acostumbras a esto ¿verdad? —habló con voz suave.

El respondió con un maullido y lo tomé como un no.

Después de organizar algunas cosas, mi madre entró a la habitación, sin haber siquiera tocado.

Al mirarla ella lo supo inmediatamente.

Oh lo siento, señorita —salió y tocó. —. ¿Puedo entrar?

—¿Enserio mamá? —ella entró y se sentó a mi lado.

—Tú padre ha dicho que ha cocinando tu comida favorita —me acarició el cabello y sonrió —. Quiero que seas la misma que antes Georgia, vamos hacer todo lo posible para que ésto funcione.

Quité su mano de mi rostro y me esforzarse por sonreír.

—Iré en un rato.

—Bien —dijo para luego depositar un beso en mi frente y salir de mi habitación.

No quería tocar más ese tema, no quería siquiera pensar en ello, porque inmediatamente me ponía tan agresiva hasta con los que no quería.

Después de un cálido baño y ponerme cómoda, salí a comer. Mis padres ya estaban en la mesa sirviendo cada uno su porción, al verme sonrieron.

Me senté y sonreí igual al ver que papá hizo espagueti ahogado en queso. Joder, amaba eso.

—Se ve delicioso —dije al servir mi poción adecuada.

—Y lo está —dijo orgulloso de si mismo —, ¿no fue tu padre quien lo hizo?

Sonreí cuando mamá le dió un manotazo.

—Deja de halagar, yo también ayudé.

Estuvieron hablando de muchas cosas después, nada que me interese, pero obvio que no faltaba mucho para lo que dijo mi padre.

—Hablé con el director de un colegio aquí serca y dijo que podías entrar ya que una estudiante se había ido a mitad de semestre, por lo tanto hay un cupo para tí.

Ya sabía que tocaría el tema de los colegios.

—Es algo genial —mamá intervino —¿Qué te parece Georgia?

Mordía mis labios para ocultar el disgusto.

—Esta bien. —Ya no quería joderlos más, yo ya tomé el tiempo para sentirme mejor, simplemente que no quiero pisar un lugar con mucha gente por más tiempo, tal vez por toda la vida.

—Eso suena genial, mañana iremos todos a inscribirte —mire a papá rápidamente —. Y también veremos la ciudad, es lo mejor para que conozcas todo.

Ay maldición.

—Esta bien. —dije sin más.

No pasó mucho para que me levantara de la mesa y me fuera a mi habitación.

No me sentía del todo bien, pero ya era costumbre ese sentimiento.

Mi gato se subió a mi cama y lo abracé. Sin darme cuenta ya estaba dormida, siempre me quedo dormida pensando en casas estúpidas.

Tal vez si necesité un psicólogo.


⋅•⋅⊰∙∘☽༓☾∘∙⊱⋅•⋅

Aunque haya corregido algo de la historia va a seguir teniendo uno que otro error, espero y entiendan, no soy alguien profesional ni nada de eso, solo lo hago por diversión o para pasar el tiempo.

Nota vieja:

Holaa☆

Esta historia ha sido una de mis favoritas, espero y a ustedes también les guste.

●Publicada: x/x/2021

●Todos los derechos reservados.

💗✨

Lo Opuesto A Nosotrosजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें