TWO

116 16 6
                                    

**✿❀○❀✿**

El sonido de la puerta ser tocada invaden mis oídos, dando así a despertarme y susurrar una palabrota.

—Georgia, ni un minuto más ni uno menos.

Me colocó la almohada en la cara y maldigo unas cuantas veces más.

Qué coño estaba pensando ayer al acceder a ir con ellos a ese tonto colegio.

Al abrir los ojos me quedo mirando un punto fijo de las blancas paredes de la habitación. Me imaginaba escenarios falsos de cuando entraría al colegio, me imaginaba los tipos de personas que habría a mi alrededor.

Aunque sabía que mi objetivo era terminar el poco semestre que me quedaba y luego improvisar que coño quería estudiar, mi mente no dejaba de imaginar los momentos tortuosos en el que estaría.

Pasan unos minutos que parecen segundos. Hago diadema de levantarme, pero me quedo otros segundos más, para ya si levantarme de una buena ves.

Entró al baño y hago mis necesidades, para luego bañarme.

Me di cuenta de lo mucho que necesitaba aquel baño, me sentía más limpia, mejor que antes.

Salí de aquel baño y busque una ropa cómoda ante todo. Una sudadera y unos pantalanes deportivos bastaba, para añadirle unos zapatos deportivo por igual.

Al bajar vi a mis padres tomando café y charlando muy pegaditos.

Puse cara de asco al ver el líquido que se bebían. Como me asquea el café. La anécdota que carcome mi subconsciente vuelta a la luz con tan solo oler se aroma.

—Cuando gusten —interrumpo.

Deyan, mi madre, me sonríe al instante, mi padre se incorpora y lo hace por igual.

—Que buena impresión darás hoy —Deyan habla refiriéndose a mi ropa mientras se acerca a mi. —. ¿Enserio vas a ir así?

—Eso de impresionar te lo dejó a ti —miro como esta vestida, aunque se que es porque va luego trabajar que se vistió tan elegante al igual que mi padre. —. Y si, iré así como estoy, no te hagas como que te sorprende.

Papá aparece en mi capó de vista y le sujeta la mano a Deyan.

—Te vez de la mierda..., pero supongo que es moda de gente de tu edad —desafío a papá con la mirada y el ríe, mamá lo hace por igual. —. Yo a esa edad....

—Ya vámonos —interrumpo, porque se que tardaríamos la mañana completa hablando de sus tiempo.

Mi madre me mira con agradecimiento y comenzamos a caminar hacia la salida, antes de salir me despido de Horus, quien ahora estaba comiendo de lo más feliz.

Ya en el auto tenía mis audífonos mientras veía lo hermoso que era la ciudad de Massachusetts.

Antes vivíamos en Watertown, un pueblo proveniente también de Massachusetts. Era un lugar de lo más hermoso, pero ésto no se compara en lo absoluto.

Vi cómo las personas andaban en bicicletas y sus autos lujosos, otros con sus motos.

Eso me hizo recordar mi moto, mi bebé, si así se le puede llamar. Era de lo más hermoso, ya estaba ansiosa de que llegará.

*

Después de un buen tiempo mi padre estaciona el auto frente del Colegio. No era de lo más exagerado, pero tampoco se veía común.

Al entrar los estudiantes estaban por todos lados,  no había nadie feo o mal vestido, bueno excepto yo. No me dio vergüenza el cómo estaba, sino alivió, las chicas que veía tenían una plataforma de tacones y ropas incómodas. No me veo en esa situación, y menos usando un tacón.

Lo Opuesto A NosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora