SIX

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Mi mirada buscaba la de el, hasta que la encontré, el me sonrió y me saludó con las manos.

Uyy, veo química entre ustedes dos —el tono burlón de Christian me hace verlo con una mueca.

—¿De qué hablas?  yo y el no nos llevamos nada bien —digo para después tomar de mi bebida.

—¿Y esas miradas?

—Ya callate Christian —digo y al mismo instante le piso el pié que esta debajo de la mesa.

—¡Auch! Eres muy agresiva.

—No soy agresiva —dije enojada y apuntó de pisarlo una vez más.

—Oky. Oky...

Saque mi teléfono y le respondí con un “Jódete”. No estaba para juegos tan temprano y Mheyton en eso es lo primero que piensa al despertar.

Poco después yo y mi pulga, así tendré que llamarlo ya que no se me despegar, nos fuimos a clases.

Teníamos una que otra exposición y dejaron más tarea que deseo de vivir.

Cuando sonó la campana para irnos le di gracias al Dios en cual no creía.

Estaba cansada y sin deseó de hacer una mierda.

Y cuando justo estaba por irme, mientras acomodaba mi moto, la voz de Christian me hizo acordar de que tengo que ir a una fiesta.

—¡Giorgia, Espera!

Voltee rápidamente a mi derecha.

—¿Qué? —Digo cuando este se me acercó.

—Se me olvido decirte que la fiesta va a ser a las 8:00p. m. —dice un poco agitado por haber corrido hasta donde yo estaba.

—Bueno, espero y me sorprendas. Ando muy agotada y necesitó una buena fiesta —le aseguró.

—Mis fiestas son las mejores de este condado, ya veras el porque Georgia.

JA.. Eso espero. —digo con una sonrisa.

Este chico.. —pienso mientras sacudía la cabeza.

No tardé mucho en llegar a mi casa, para después pedir comida.

Lo primero que hice al llegar a mi hogar fue comer, bañarme, limpiar y ver televisión con mi gato.

Y justo en ese instante de descanso el timbre sonó, no esperaba a nadie, por lo tanto mire por la Cámara de la casa y efectivamente era la vecina.

Ya la había saludado antes al venir, me pareció muy simpática.

Al abrir la puerta ella sonrió y entre sus manos habías plantas.

—Hola, un gusto volverte a saludar de nuevo —dijo amablemente.

—El gusto es mutuo ¿Qué le trae por aquí? —dije sin sonar tan desesperada.

—Vi qué aún no han comprado flores para su jardín, quise traerles una orquídea para que se motiven.

Ella me paso la orquídea y yo le sonreí agradecida.

—Muchas gracias. La verdad es que no sabemos que vamos a hacer con el jardín, pero a mamá le va gustar bregar con ello.

Hablamos un poco más sombre el tema, e incluso la invite a pasar y ella se negó porque ya se iba a hacer sus cosas.

Yo por lo tanto vi lo tarde que era, tenía que ir a coger mis tutorías con Mheytom, ya tendría que estar allá hace una hora.

Lo Opuesto A Nosotrosحيث تعيش القصص. اكتشف الآن