THREE

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Mañana será el día en que lo cambiaría hasta por un Palito papa; osea, tengo que ir al colegio.

Pero no quiero pensar en ello, simplemente hoy me dedicaré a pintar mi habitación, ya siento que me dará gripe al estar en la habitación de huéspedes.

Ahora mismo estoy saliendo de la casa, para ir a la papelería ha comprar algunas cosas que necesitó.

Ya feliz porque mi bebé, osea mi moto, esta aquí. Sin un rasguño ni nada, perfecta como siempre.

No tarde muchos en salir a la cochera y montarme en ella, para después ponerme el casco y comenzar a manejar.

Las calles estaban limpias y tranquilas.

En una me di cuenta de que no sabía dónde ir a comprar las cosas, así que sin pensarlo y aprovechando que el semáforo estaba en rojo, decidí preguntarle a un chico que estaba a mi izquierda en un carro común.

Empujó la moto hacía allá y toco la ventana, este la habré y adivinen quién era, como no reconocerlo era el chico raro del Colegio. Aquel que hablo hasta por los codos y me hizo querer ser sorda en tan solo seis minutos con cuarenta segundo.

El estaba acompañado de una chica pelirroja que estaba cantando una canción a todo pulmón.

Al menos tenía buen gusto de música, sino ya fuera el colmo. Ahora mismo quisiera arrancar la moto e irme, pero aún el semáforo estaba en rojo y no quiero tener mi primera multa, todavía.

—¿Sabés dónde queda una papelería serca?

Este me queda mirando como analizando si me había visto antes, pero como tengo el casco tal vez no me reconozca, o eso creo.

—Ah claro, en dos cuadras más de aquí hay una -Lo miré y le sonreí aunque no me viera, arranque la moto y escuché un grito que salía de su coche.

—¡Al menos di gracias, es fácil de decir! —grito desde lejos.

Sonreí ante su comentario, siempre me he negado a decir gracias, es algo que no me sale decirlo a nadie, siempre he tenido problemas con eso desde pequeña.

Me dirigí donde el chico me dijo dónde era y, nada, tal vez me equivoque de dirección o algo así.

Le pregunté a una chica, que si había una papelería serca de aquí y me dijo que en esta zona no había papelería.

En ese momento le deseé lo peor a ese modelo de Hollywood, te juro que me la vas a pagar.

La chica me dió la dirección de una papelería y compre todo lo que tenía que comprar, me dirigí a mi casa aún enojada, pero cuando Horus, se me acercó me sentí mucho mejor.

Me dirigí a mi habitación y puse una música para levantarme el ánimo, sacó todo de mi habitación y comienzo a pintar. Mi madre dijo que me ayudaría, pero a los dos los llamaron del trabajo para un caso.

Pintar y decorar mi habitación me tomó toda la tarde.

me bañe y me puse algo cómodo para después ir a comer algo en la cocina.

Le di comida a Horus, y después me acosté a ver animé. La habitación olía todavía a pintura, pero no me importaba.

No me di cuenta cuando me quedé dormida como siempre.

Cuando me levanté estaba Horus, dormido delante mío, lo acarició y me levante antes de que la alarma suene, siempre me levanto antes que la alarma suene y me enoja.

Me levanto y me dirijo a la cocina y veo a mis padres bebiendo café como siempre

mi madre levanta la tasa a dirección a mi.

Lo Opuesto A NosotrosWhere stories live. Discover now