— ¡Cállate, maldita sea! Tú no te expresas así y menos conmigo.
Llevaban ya media hora discutiendolo, y es que Nezu fue muy claro con sus palabras: "haz que siga yendo a tutorías contigo o no darás más clases el resto del año, es una amenaza".
— Entiende que yo no tomo las decisiones aquí, las toma Nezu y no me puedo negar.
— Pues yo sí.
— No, no puedes.
"¿Por qué no me acusaste con Nezu?
Porque sé que este no eres tú, y cuando se te pase este enamoramiento pasajero te alejarás.
No sabes una mierda de mí, Keigo.
Sé de tí más que tú mismo, ¿no recuerdas?"
Y joder, claro que recordaba.
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Viernes, 14 de mayo de 1999.
Hoy logré hablar con él, apenas cruzamos un par de palabras, pero para mí es más que suficiente.
Escribiré todo porque simplemente no quiero olvidarlo, veníamos saliendo del entrenamiento y casi todos ya se habían ido a casa, yo todavía no me iba cuando noté que él apenas venía saliendo de las duchas, y dios mío, parece un sueño, es el chico más lindo que he visto tanto que parece sacado de una revista.
Como ya he mencionado muchas veces, llevo todo el año tratando de hablarle, o tan solo cruzar mirada con él hasta que hoy logré mucho más que eso. Básicamente venía desnudo, bueno no, venía con su toalla sujeta a su cadera haciéndome fantasear mucho con su piel lechosa llena de estrellas, venía con los ojos entrecerrados y secando sus rizos, entonces me miró y estoy casi seguro que me sonrojé, entonces dijo algo como: "cielos, creí que era el único aquí", entonces le respondí que no lo era y después de rato mencionó que nunca me había notado en las prácticas, incluso dijo que soy cool.
Hoy yo gané.
Después de decirle que él también me parece cool comencé a acercarme un poco más y hice la cosa más estúpida de este mundo.
Toqué su meñique con el mío, y juro por dios que ví un sonrojo en sus mejillas, entonces se levantó de golpe de la banca y casi susurrando dijo que se tenía que ir, y ahí me quedé.
