Teacher's pet || dekubaku

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Con un faltante de algo

— Por favor, Keigo.— pedía el más alto casi al borde de las lágrimas — Por favor perdóname, pero esto no debe afectar nada entre nosotros, después de todo seguimos siendo amigos.

¿De verdad lo eran?

Nunca dijeron nada sobre ser amigos, tampoco dijeron nada sobre guardar secretos y casarse con tal de fingir...

¿Eran amigos?

¿Y los besos? ¿Los mimos? ¿Los "te amo" que se susurraban al terminar de hacerlo?

— Lo somos, ¿verdad? Dí que sí." — suplicaba el peliverde. Y es que no quería que lo que tenía con el rubio se arruinara, quizá no lo amaba pero sí amaba coger con él, verlo cada que podía y mimarlo hasta el cansancio. Amaba verlo al salir el sol y también estar con él cuando la luna se hacía presente.

Pero a él no lo amaba.

Lo quería.

Por eso no le dolía tanto, pero lo hacía.

       » "Sé que Izuku no te importa, lo sé bien. Y puedes pensar que soy un enfermo y lo que sea, pero mi único objetivo es alejar a Izuku de tu amigo rubio. ¿Cómo que por qué? Es obvio, yo quiero estar con Izuku, y claro, como profesor no puede estar con un adolescente que si somos honestos, tú amas... Escucha, imagina a Bakugou encontrándose con su amado profesor intimando con alguien más, ¿qué haría? Tiene la opción de irse con el otro talento a América, y bueno, en cuanto te gradúes obviamente tu beca deportiva se irá de viaje a América con él... No, no es que trate de convencerte, pero imagina despertar a su lado, respirar el aire que él respira y ver el amanecer a través de sus ojos... Bueno, igual puedes pensarlo, pero recuerda que las oportunidades no vuelven." «

Tenía razón.

Malditamente tenía razón.

Pero, ¿cómo podría hacerle eso a Katsuki? ¿Cómo lastimarlo así? Ese bastardo no se veía como que quisiera engañarlo pero tampoco descartaba sus mañas, sobre todo por las cosas que Takami le había contado sobre él.

Porque vaya que le había contado su bonito romance universitario, un romance que claramente para Izuku no había valido ni un centavo, pero por alguna razón Takami sí le veía buen futuro. Al parecer no lograba analizar bien la historia que contaba, porque él estaba muy convencido de lo que el peliverde supuestamente sentía cuando claramente la historia era distinta.

Pero ahora estaba ahí, escuchando mierda pura y honesta de la boca de un manipulador mientras veía a su mejor amigo abrazado al profesor de física, qué asco.