"Por favor sube, no quisiera que alguien nos escuchara."
"Contesta, esto es importante."
"Estoy yendo, esta es la última vez que confío en tí."
"Gracias, Izu."
Algo no estaba bien, pero veía imperativo arreglar lo que fuera con Takami si eso significaba un nuevo comienzo en su vida.
Metió sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón arrugando un poco el saco de su traje. No podía verse mejor. Izuku era un hombre joven bastante apuesto, y ni siquiera lo intentaba.
Subía lento por las escaleras que los vieron muchas veces subir y bajar a veces tomados de la mano, otras veces era el menor es que estaba en brazos de su profesor, pero siempre juntos.
Comenzó a pensar en que pasó un año maravilloso al lado del rubio de mirada escarlata y consideraba que era tiempo de iniciar una vida a su lado.
Una vida maravillosa.
Lo tenía claro, iría muy elegante a la casa del menor y hablaría con sus padres, haría todo bien y se alejaría de los rumores y las faldas de segundo y tercer año que lo perseguían. Realmente se portaría bien. Llevaría a su rubio a la universidad, vivirían en un bello departamento y cuando el más pequeño se graduara pensaba en un anillo de bodas.
Así de perdido estaba en él.
No imaginaba lo que estaba a punto de suceder.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
La mascota del profesor pt. 2
El albino miraba a los que creía eran una pareja, pelinegro y rubio conversaban con amigos, reían y al parecer todo estaba bien así.
Al parecer, porque él sabía cosas.
» Dejó el aula en cuanto terminó su clase extra de los martes, cansado, aburrido y sumamente tedioso. Izuku Midoriya no era ni un poco de lo que decían de él. Era, al parecer, alguien muy serio en su trabajo y quizá por eso Nezu lo envío a regularizarse y desgraciadamente no se pudo negar ante la idea de mejorar con tal de huir de Japón.
Entonces pasó, y obviamente no notó su presencia. Katsuki Bakugou era su competencia, y su gusto culposo.
Podría llamarlo descuido, desinterés, o una forma sutil de gritarle que en su vida no pintaba nada. Siempre ignorandolo, haciendo como que no existía.
Él era el jodido Shoto Todoroki, toda la escuela sabía quién era.
