Capítulo 4

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Removiendo el resto de la puerta destrozada, raven se asomo dentro de los baños por los que había pasado por enfrente .

Raven: ¿Holaaa?, ¿Hay alguien aquí?.

No hubo respuesta. O mejor dicho, la idea de que hubiera alguien dentro era simplemente ridícula. El techo se había derrumbado, si alguien estuviera dentro hubiera Sido aplastado.

Raven rápidamente salió de ahí.

El rey de todos laboratorios de muestreo e investigación de shicksal en el este; así fue como a este complejo se le conoció una vez.

No sabía porque saya quería venir aquí en primer lugar, si quería ir a St freya, deberían haber ido directamente al nuevo Japón que estaba a unos cuantos kilómetros de este viejo Japón.

Sin embargo todo eso fue seis años atrás. Antes de que está bestia negra apareciera este lugar era un centro de actividad, con científicos andando de un lado a otro. Ahora la Electricidad había sido cortada y el lugar estaba en completa oscuridad, y solo el espeluznante sonido del silencio podía escucharse.

Raven: (Bueno… supongo que tampoco me gustaría que este lugar fuera ruidoso).

Raven echo un rápido vistazo a sus alrededores. Había muchos espacios donde varias cosas podían ser ocultadas; o en donde podían esconderse, y cuando pensó en eso un escalofrío recorrió su cuerpo.

Entre las paredes colapsadas y los azulejos despegados en el piso del corredor, kurumi condujo al grupo. Raven cuidaba la retaguardia. Saya era la que las guiaba.

Aunque dicho eso, ni raven ni kurumi  seguían más de la mitad de las palabras de saya. Era solo que como ya no estaban bajo tierra, pasaron por pequeños jardines mientras avanzaban, así que tuvieron que confiar en los recuerdos de saya mientras continuaban buscando su objetivo.

O más bien, saya, quien buscaba un de esos núcleos herrscher para poder dar con su hermana adoptiva.

Lo usaría como rastreador, para dar con ella y extraerle el herrscher que tenía dentro de ella.

Cruzando sobre un arroyo de vidrio roto, empujando puertas caídas que bloqueaban el corredor. Avanzaron más y más profundo.

A mitad de su recorrido, abrieron cada puerta que se les cruzaba, buscando vida humana o algún rastro dejado por personas. Sin embargo no había señales de ninguna.

Caminaron por un rato en las silenciosas ruinas, emergiendo de una puerta de cristal en lo profundo del corredor a un jardín. Era un lugar a donde saya había estado en el pasado sin el consentimiento de su tía kokonoe.

Justo cuando estaba por cruzar al otro lado para llegar a otro corredor, sucedió.

Raven: …!?.

En cuanto a quien fue la primera que perdió el aliento, cada una de ellas sintió quien fue la primera.

Todas las plantas en el edificio estaban marchitas y podridas, carentes de cualquier color. Y justo en medio, como si bloqueara la loma que conectaba al otro corredor, lo que parecía ser una masa de niebla negra se retorcía.

Saya: Qu… que demonios, ¿qué es esa cosa…?.

En frente de quien había hablo, raven, kurumi, cerró su paraguas y sujeto sus pistolas. Ante eso, Raven también sujeto su pistola y la espada gigante que apareció en su cadera.

Saya también hizo aparecer las Bolverk en sus manos y se puso en guardia junto con las otras dos.

No tenia garras, ni tampoco dientes. Tampoco parecía tener alguna forma estable, y aun así el tan solo mirarlo provocaba escalofríos.

[3] La Princesa del Rayo [Reiniciada] [4]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora