《Capítulo IVX》

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Después de la presentación y tener la oportunidad de acceder a las clases de la profesora Jessica, me concedí un compromiso con mi vida.
Sinceramente nunca tuve la desdicha de verle un sentido a mi rutina hasta que llegué a esa Academia, entré a ese Instituto, hasta que me reencontré con mi familia.

Ahora mismo estaba siendo llevado hasta el orfanato con los empleados, en el auto. En todo el viaje he retomado que me he sentido desdeñoso con respecto a los niños. Sinceramente no me ha cruzado en la cabeza que ellos me necesitan y no he pensado en ellos. Y que debo sostener las adopciones que se aproximan.

Tantas emociones alborotadas,
para ser el primer día.

-Señorito Ray, hemos llegado. -no capté que habíamos estacionados hasta que los muchachos me llamaron. -Debe anotar su asistencia en un documento exclusivo que la Jefa le ha dejado. -sin más me levanté y me encaminé hacía ello.

Luego de la anotación, caminaba saliendo de las gigantescas rejas que llevaban al exterior, yéndome para el orfanato.

-¡¡Raaay!! ¡Papá llegó! -y era de esperarse que el más pequeño, Augusto, se enterara y corriera a mí.

-Te extrañamos, papi. -todos se apegaban a mí, algunos mostrándome dibujos, sus manitas sucias, plastilinas moldeadas quién sabe de qué forma pero todo a su imaginación, entre otros proyectos del día en que se dedicaron.

-Yo también los extrañé, mocosos. -saqué la pequeña bolsa de dulces y la coloqué en la mesa. -Les traje unos caramelos, no peleen y compartan.

-¡¿Ha?! Ni en la escuela aprendes a ser respetuoso, Ray. -Mond reprochó a lo lejos.

-¡¿Cómo te atreves, pequeño infeliz?! Lo dices porque estás lejos, sino estarías corriendo en este mismo momento. -lo amenacé entrecerrando mis ojos.

-¡Uy! Mejor me callo. -expresó el niño bajando la cabeza apenado.

-Aah... ¿Dónde está mamá? -le pregunté al grupo que me abraza. Éstos me señalaron que se encontraba en la sala de los bebés. Lo extraño es que no tenemos bebés presentes hasta que manden cargos de adopción de los pequeños que aún estén.
Me acerco a la puerta y la comprobé meciéndose en la silla que se abalanza con el movimiento del cuerpo. Estaba dando la espalda pero la oí cantando su más destacable melodía que me recordaba a mi infancia.

-¿Mamá? -quedé perplejo mirando a un pequeño recién nacido entre sus brazos dormitando. Tenía el cabello lechoso y de tez blanca. Dejándome con una ofuscación en la garganta.

-¿Te gusta? -volteó firmemente hacía mí mostrando los tan cristalinos ojos de ese pequeño. -Se llama Rina. Es una niña aunque parece un niño, todos los bebés son así. Ella es un poco evasiva, no le gusta llorar porque la agota tampoco andar mucho con los niños, por eso ando al tanto de ella. -se mecía en la silla que tambalea al ritmo de la melodía. -¿Cómo te fue, cariño?

-Uhm... no lo vas a creer a quienes me encontré. -me quedé perplejo en la inmensa profundidad de los azulados ojos de la menor. -¿La puedo sostener?

-Claro, sigue contándome. -me entregó la bebé a mis brazos, proseguí a narrar lo sucedido mientras, con sumo cuidado, mecía a la niña.

-Al principio llegué y me encontré con todos mis hermanos, no estoy seguro pero espero también ver a los más pequeños, pero hasta ahora vi a los mayores. Me hice amigo de un curso mayor, en la cual Oliver me ayudó a poder anotarme en violín. -nos retiramos del cuarto en cuanto comenzó a llorar bajito, tal vez tenía quejas de hambre.

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⏰ Last updated: Jan 25, 2023 ⏰

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°•▪Tengo suerte de enamorarme de Ti▪•°◇《Norman X Ray》◇Where stories live. Discover now